Un articulo interesante:
http://santaiglesiamilitante.blogspot.com/2008/12/el-judaismo-talmudico-y-su-odio-la.htmlEL JUDAISMO TALMUDICO Y SU ODIO A LA IGLESIA CATOLICA
De: Crux et Gladius
¿Que es realmente El Talmud?
Buscando algún buen artículo que compartir con Uds. Que hablase acerca del Talmud, me encontré insistentemente en muchos sitios y blogs con unos supuestos preceptos talmúdicos, rubricados por importantes rabinos judíos, mi asombro iba en aumento al constatar lo malévolo de estas enseñanzas supuestamente consignadas en El Talmud.
Muchos foros y sitios de clara orientación nazi contienen esta información, lo que hizo sospechar un poco de su veracidad, en verdad me ocupe durante muchas horas en verificar la autenticidad de la información que quería presentarles.
Hasta que di con la clave, debo de reconocer que no me gusto la conclusión a la que me llevaba pues invalidaba todo lo que he aprendido sobre el citado libro, pero el argumento era contundente.
En una página hebrea española, se destruían una a una las imputaciones en referencia a la odiosidad en contra de los cristianos y las aberraciones supuestamente dichas en el Talmud en referencia a nuestro Señor Jesucristo y se demostraba Talmud en mano que dichas citas no existen, no me quería arriesgar a un Nuevo Genpets, por lo que seguí buscando.
Hasta ahí todo iba mal cuando de pronto di al centro del blanco, lo que andaba buscando, me encuentro con el texto que transcribo a continuación escrito por toda una autoridad de la teología hispanoamericana, me refiero al sacerdote Jesuita JULIO MEINVIELLE, resulta que como la memoria es frágil me había olvidado de que hace unos años leí precisamente el libro del cual presento este extracto entremezclado con antecedentes de otro articulo(citado a pie de post) y algunas consideraciones mías, en que se detalla clara y fidedignamente ¡QUE ES EL TALMUD!
Después de leer el texto comprenderán el por que no se puede aceptar el tildarlos de "HERMANOS MAYORES", además se entiende el por que en la antigüedad la Iglesia creo los gettos y el por que obligaba a los judíos a usar distintivos para que los católicos no tuviesen relación con ellos y podrán entender en base a que fundamentos se ha construido la leyenda del holocuento y la farsa literaria de Anna Frank, es que en la naturaleza del sionismo esta el engañar a todo aquel que no sea uno de "LOS POBRECITOS JUDIOS-SIONISTAS."
EL TALMUD
La palabra TALMUD proviene del vocablo LAMUD-enseñanza- cuyo significado es "La Enseñanza".Mediante la metonimia se lo emplea para significar el libro que contiene la Enseñanza que lleva el nombre de Talmud, o sea el libro doctrinario que por sí solo expone y explica completamente toda las enseñanzas destinadas al pueblo judío. Según los rabinos Moisés es su primer autor, quien además de la tabla de piedras que recibió en el Monte Sinaí, recibió también las interpretaciones de la misma, o sea la ley oral, que leva el nombre de Torah Shebeal Peh. Se dice que Moisés transmisión esta ley a Josías, Josías a los 70 ancianos, éstos a los profetas, y estos a su vez a la Gran Sinagoga. Se afirma que posteriormente fue transmitida en forma sucesiva a ciertos rabinos hasta que no fue posible retenerla más oralmente.
A pesar de lo que diga sobre esta historia de los rabinos, es suficientemente conocido que antes del nacimiento de Cristo, existían en Palestina colegios en los que se enseñaba literatura sagrada. Las interpretaciones de los doctores de la ley se registraban sobre cartas y listas como una ayuda memoria, las que una vez recopiladas, constituyeron los comienzos del Talmud judío.
En el siglo segundo después de Cristo, el rabino Jehuda, llamado el Santo y el Príncipe, advirtiendo que la ciencia de los judíos disminuía que su ley oral se estaba perdiendo, y que los judíos se estaban dispersando, fue el primero en considerar los medios de restaurar y preservar su ley oral Recopiló todas las listas y cartas y formó de éstas, un libro que se llamó el SepherMischnaoith o Mishnah, un Deuterosis o segunda ley. Lo dividió en seis partes, las que a su vez fueron subdividas en varios capítulos.
El Mischnah es el pilar y la parte principal de todo el Talmud, la cual fue aceptada por los judíos de forma universal como el auténtico código de la ley.
Las interpretaciones y discusiones acerca del Mischnah crecieron a lo largo del tiempo, con lo cual fueron recopiladas en un segundo libro, llamado Gemarah, existiendo dos versiones de éste: La de Jerusalem y la de Babilonia.
La versión de Jerusalem ha quedado casi en el olvido, en cambio la babilónica es la más aceptada
En el transcurso del tiempo, se fueron agregando, otros agregados como el Tosephoth (hecho por el Rabino Chaia), el Baraieoth (opiniones de los rabinos fuera de los colegios), el Piske Tosephoth (tesis breves y principios simples).En el siglo XI D.C se agregaron al Talmud nuevos libros como el Toseroth del Rabino Ascher, el Perush del Rabino Moische ben Maimon y el Rabino Schelomo.
Es así como todos estos libros, recopilados en uno, forman parte de una vasta obra, que hoy conocemos como Talmud, el cual tiene 6 partes:
I Zeraim: Las semillas, frutas, hierbas, árboles (11 libros)
II Moed: festividades, celebración del Sabath y otras festividades (12 libros)
III Naschim: Concerniente a las mujeres, matrimonio, repudio a las esposas, sus deberes
relaciones, enfermedades, etc. (7 libros)
IV Nezikin: Sobre los daños que hombres y animales deben sufrir las penalidades
y compensaciones (10 libros)
V Kodaschim: concerniente a lo sagrado, los sacrificios, y ritos sagrados (11 libros)
VI Tohoroth: concerniente a las purificaciones, suciedad y purificación de las embarcaciones
ropa de cama y otros (12 libros)
El Talmud completo contiene 63 libros distribuidos en 524 capítulos. Además de éstos existen otros 4 breves tratados que no han sido incluídos en el Talmud corriente y que fueron agregados por posteriores escritores y expositores:
Masseketh Sopherim: el Tratado de los Escribas, sobre como se deben escribir los libros de la Ley, consta de 21 capítulos.
EBHEL RABBETI: Sobre el Duelo (14 capítulos)
KALLAH: La Novia, Adquisición de la novia, sus ornamentos, y otras cosas pertenecientes a la misma
MASSEKHETH DREKII ERETS: Sobre la conducta en la vida
Como el Talmud era una obra tan voluminosa y desordenada, era necesario un resumen que facilitara su estudio. El primer intento fue del Rabino Isaac Ben Jacob Alphassi en 1032 ,que publicó un Talmud breve llamado Halakhoth(Constituciones),sin embargo ,no fue considerada de gran valor ,por carecer de orden determinado. Maimónides produjo en 1180 el tratado Mishnah Torah, que incluyó todo el Talmud, e introdujo varios conceptos filosóficos e intento establecer numerosas leyes propias, motivo que le valió la excomunión de su pueblo y la condena a muerte .Huyó a Egipto donde muere en 1205. A pesar de esto su obra con el tiempo, fue valorada .Una versión de la obra de Maimónides expurgada de las innovaciones filosóficas y de las viejas e inútiles leyes, fue publicada en 1340 por Jacob ben Ascher como Arbaa Turim (Las Cuatro Ordenes). Debido a los desacuerdos de Maimónides, Alphasi y ben Ascher sobre varios puntos de la misma Ley. Joseph Caro un Rabino Palestino(1488-1577) escribió un comentario sobre el Arbaa Turim conocido como Schulchan Arukh (La mesa preparada),que en la actualidad constituye el código de Ley obligado de los Judíos, al punto de considerarla más importante que las Sagradas Escrituras.
NOTA: NO TODOS LOS JUDIOS SIGUEN LAS ENSEÑANZAS DEL TALMUD.
Lo que importa saber es que el judío realiza esta su ley en virtud de su judaísmo, como quien cumple con una misión.
Porque esta ley contenida en el Talmud, que rige al judío, le manda, en efecto, despreciar y odiar a todos los pueblos, en especial a los cristianos, y no parar hasta dominarlos y sujetarlos como esclavos. Veamos qué nos enseña sobre el Talmud Paulus L. B. Drach, el célebre rabino del siglo pasado convertido al cristianismo, en su famosa y rara obra De l'harmonie entre l'Eglise et la Synagogue, Paul Melier, Libraire-éditeurs, Paris, 1844. Dice Drach que el Talmud designa el gran cuerpo de doctrina de los judíos, en el que trabajan sucesivamente, en épocas diferentes, los más acreditados ministros de Israel. Es el código completo, civil y religioso, de la sinagoga. Su objeto es explicar la ley de Moisés conforme al espíritu de la tradición verbal, y encierra las discusiones de los diversos doctores. Si el lector juicioso del Talmud puede afligirse a veces de las extrañas aberraciones en que puede caer el espíritu humano, si más de una vez las torpezas del cinismo rabínico obligan a cubrirse el rostro, si el fiel ha de conmoverse por las atroces e insensatas calumnias que el odio impío de los fariseos difunde sobre todos los objetos de su veneración religiosa, en cambio el teólogo cristiano puede recoger allí datos y tradiciones preciosas para la explicación de más de un texto oscuro del Nuevo Testamento y para convencer a nuestros adversarios de la antigüedad del Dogma Católico. El Talmud contiene las tradiciones rea les, que están confiadas a un cuerpo de setenta doctos, el sanedrín, que era mirado como legítimo sucesor de Moisés. Allí se mezcla lo religioso con lo profano, sobre todo después que los judíos fueron llevados cautivos a Babilonia (586 a. C.).
La autoridad de los rabinos desplaza entonces a Moisés y los profetas. Las prescripciones para el acrecentamiento temporal del pueblo judío adquieren más importancia que los preceptos del mejoramiento religioso. Con estas enseñanzas rabínicas, que agravan los peores instintos del pueblo judío, se ha llegado a crear una mentalidad antisocial y criminal que hace de este pueblo un inadaptado entre todos los pueblos que le dan hospedaje.
El Talmud adquirió singular virulencia después de la aparición del cristianismo. Allí se estamparon las más insolentes y sacrílegas infamias contra Cristo y los cristianos. Esto determinó que los libros del Talmud fueran entregados a las llamas por orden de los Romanos Pontífices o de los príncipes cristianos. Fue entonces cuando un Sínodo judío, reunido en Polonia en 1631, ordenó suprimir cuanto se refiere a Cristo o a los cristianos, en los siguientes términos: "Por tales razones, os ordenamos que de ahora en adelante, cuando publicareis una nueva edición de estos libros, dejéis en blanco los pasajes donde se habla de Jesús de Nazaret, haciendo un circulo como éste O; y todo rabino, como cualquier otro maestro, tenga el cuidado de enseñar tales pasajes a sus fieles sólo verbalmente. De este modo los hombres de ciencia cristianos no tendrán nada que reprochamos al respecto, y podremos evitar que nos sobrevengan las más grandes calamidades y nos será posible vivir en paz".
Otros de los recursos que se usaba, para engañar a los censores, era cambiar el sentido a las oraciones, insertando palabras como la palabra haiah, al texto autentico. pero en el transcurso de los pasajes se dejaba ver el real sentido de las mismas.
Debido a lo anterior el Talmud contiene muchos pasajes oscuros, por lo cual, muchos otros libros fueron publicados por los maestros Judíos. Los que se caracterizan por sus ataques contra los cristianos son los siguientes:
MAIENE HAJESCHUAN : Fuentes del Salvador .un comentario sobre Daniel por el Rabino Isaac Abarbanel. Figuran muchas disputas con los cristianos. Impreso en 1551.
NIZZACHON: Victoria .Ataca a los cristianos y a los cuatro Evangelios.
SEPHER IKKARIM : Libro sobre los fundamentos o artículos de la fe. Contiene un ataque muy encarnizado sobre la fe cristiana.
TOLDOTH IESCHU : Las Generaciones de Jesús. Un pequeño puñado de blasfemias y maldiciones .Contiene la Historia de Cristo, lleno de manifestaciones falsas y engañosas.
Es por esto que resulta tan frecuente el encontrar a los judíos-Talmúdicos negando las acusaciones en contra del Talmud y de los Rabinos Talmudistas ANTICATOLICOS, simplemente por que estas enseñanzas pasaron a ser SECRETAS.
THE TALMUD UNMASKED Las secretas enseñanzas rabínicas concernientes a los cristianos.
LA OBRA DE PRANAITIS
En 1892, de la tipografía de la Academia de Ciencias de San Petersburgo salía la mejor y más cuidadosa antología de máximas talmúdicas referentes a Cristo y los cristianos. Su autor era Mons. I. B. Pranaitis, titular de la cátedra de hebreo de la Universidad Imperial y tenía por título: "Christianus in Talmude Judaeorum, sive Rabbinicae doctrinae de christianis secreta". (El
cristiano en el Talmud de los judíos, o los secretos de la enseñanza rabínica acerca de los cristianos). El libro llevaba, el texto hebreo de las prescripciones rabínicas con su traducción en latín. Pero los ejemplares des aparecieron casi completamente. Sólo algunos pocos se salva ron. Con uno de éstos publicó una edición fotocopiada Mario de Bagni, con la correspondiente traducción italiana. De esa edición aparecida en los Editores Tunminelli y Cía., Milán, Roma, 1939, hemos podido hacer uso para este nuestro libro.
La invención de la Imprenta ,favoreció la difusión del Talmud: La primera versión de éste conteniendo todas las blasfemias contra los cristianos ,fue publicada en Venecia en 1523.
A finales del siglo 16,muchos hombres estudiosos del Talmud ,temiendo por sí mismos expurgaron las partes del Talmud ,hostiles a los cristianos, de las versiones destinadas a imprenta. En un Sínodo en Polonia en 1631,los Rabinos de Alemania y de otros países ,declararon que nada que pudiese molestar a los cristianos ,y ser un motivo de persecución para Israel debía imprimirse .Con tal motivo existen indicios en los libros judíos faltan muchas cosas que luego fueron publicadas a partir del siguiente siglo. Los Rabinos explican de memoria el significado de estas cosas ,por cuanto ellos poseen los libros auténticos, que los cristianos raramente pueden ver.
No obstante los libros judíos fueron publicados posteriormente en Holanda (país que recibió generosamente a los judíos expulsados de España)con muy pocas modificaciones. El Talmud que se publicó allí (1664-1648) es similar a la versión veneciana.
LAS ENSEÑANZAS DEL TALMUD REFERENTES A CRISTO Y A LOS CRISTIANOS
Antes de reproducir textualmente los pasajes más insultantes y criminales del Talmud referentes a Cristo y a los cristianos vamos a dar de ello una idea de conjunto. En una primera parte expondremos la doctrina del Talmud sobre Cristo y los cristianos, y en una segunda los preceptos del Talmud sobre los cristianos.
La primera parte encierra dos capítulos, sobre Cristo y otro sobre los cristianos.
SOBRE CRISTO.
Se le llama con desprecio: "este hombre", "un quídam","hijo del carpintero", el "colgado". Se enseña que es hijo espúreo, de una mujer menstruada. Que tenía en sí el alma de Esaú, que era tonto, prestidigitador, seductor, idólatra, que fue crucificado, sepultado en el infierno, y que hasta ahora es un ídolo para sus secuaces. Como seductor e idólatra, no pudo enseñar otra cosa que el error y la herejía, y ésta irracional e imposible de cumplir.
SOBRE LOS CRISTIANOS.
Son llamados Notsrim, Nazarenos, y se les aplica todos los nombres con los cuales se designa a los no judíos. Abada zara, es decir, cultivadores de la idolatría; acum, adoradores de las estrellas y de los planetas; Obdé Elilim, siervos de los ídolos; Mínim, herejes; Edom, idumeos;
Goim, gentiles; Nokhrim, extranjeros, forasteros; Ammé Aarez, pueblos de la tierra, ignorantes; Apicorosim, epicúreos; Cutim, samaritanos.
Se dice de los cristianos lo más abominable que se pueda imaginar. Que son idólatras, hombres pésimos, peores que los turcos, homicidas, libertinos, animales impuros, indignos de llamarse hombres, bestias con forma humana, contaminantes a manera del estiércol, bueyes y asnos, puercos, perros, peores que los perros; que se propagan a modo de las bestias, que son de origen diabólico; que sus almas proceden del diablo y que han de volver al diablo en el infierno después de la muerte; que el cadáver de un cristiano muerto no se distingue de los restos de una bestia extinta.
Del culto de los cristianos se dice que es idolátrico, que sus sacerdotes son sacerdotes de Baal, que sus templos son casas de fatuidad e idolatría, y que todos los aparatos que hay en ellos, cálices, libros, sirven a la idolatría; que sus preces privadas y públicas son pecados que ofenden a Dios y que sus fiestas son días de calamidades.
La segunda parte de los preceptos del Talmud sobre los cristianos encierra tres capítulos: los cristianos deben ser evitados, deben ser destruidos, deben ser matados.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER EVITADOS.
Según el Talmud, por lo mismo que el judío viene de un linaje escogido y recibe la circuncisión, está dotado de tan alta dignidad que nadie, ni siquiera un ángel, lo puede igualar. (Chullin 91 b).
Aún más, se le considera casi igual a Dios. Quien golpee al israelita en la mejilla, dice R. Chemina, es como si da una bofetada a la Divina Majestad. (Sanhedrin 58 b).
El judío es siempre bueno, a pesar del número r cantidad de los pecados, que no alcanzan a contaminarle, al modo que el barro no contamina el núcleo de la nuez sino sólo su cáscara. (Chagigah 15 b).
Sólo el israelita es hombre; de él es todo el universo y a él deben servirle todas las
cosas, principalmente los animales que tienen forma de hombre. Siendo esto así, se hace manifiesto que todo comercio con los cristianos mancha a los judíos. y desdice grandemente a su dignidad. Deben, por tanto, mantenerse lejos de todas las costumbres y actos de los cristianos.
Los cristianos deben ser evitados porque son inmundos. El Abhodah Zarah 72 b cuenta que una vez un hebreo trasvasó vino por medio de un sifón ron dos cañas, una y otra .sumergidas en los vasos. Vino un cristiano y tocó el sifón, y de repente quedó contaminado todo el vino.
Deben ser evitados porque son idólatras y perniciosos. y así no es lícito al judío usar nodriza cristiana, ni preceptor, ni médico, ni peluquero, ni obstetriz cristianos.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER DESTRUÍDOS.
La inmensa mayoría por no decir todos los centros de los bombardeos efectuados sobre Europa en la II G.M., tuvieron como centro las Iglesias y Catedrales Católicas, es importante el recalcar que estos bombardeos eran dirigidos y ordenados por los VENERABLES HERMANOS TRES PUNTOS de la masonería inglesa, ya sabemos de sobra a quienes obedecían y obedecen esas desgraciadas voluntades.
A los discípulos de "aquel hombre", cuyo mismo nombre entre los judíos suena a "bórrese su nombre y su memoria", no se les puede desear otra cosa sino que perezcan todos, romanos, tiranos, los que llevan en cautiverio a los hijos de Israel, de suerte que los judíos puedan librarse de ésta su cuarta cautividad. Está obligado, por tanto, todo israelita a combatir con todas sus fuerzas aquel impío reino de Idumea, propagado por el orbe. Pero como no siempre y en todas partes y a todos es posible este exterminio de cristianos, manda el Talmud combatirlos al menos indirectamente, haciéndoles daño de todas las maneras y así disminuyendo su poder y preparando su ruina. Donde sea posible, puede el judío matar a los cristianos y debe hacerlo sin ninguna misericordia. Vamos a detenernos en este último punto trayendo los textos de la obra de Pranaitis.
Abhodah Zarah 26 b: Los herejes y traidores y apostatas deben ser tirados en un pozo de donde no puedan ser sacados.
Si añadimos a éstos los tiranos que ahora reducen en cautiverio a Israel, tendremos los cuatro géneros de los que deben ser matados por los judíos; es, a saber: los traidores, los apostatas, los tiranos y todos los herejes-cristianos, sin ninguna excepción, ni aunque fueran los mejores de los hombres.
I) Son considerados como los mayores enemigos de los judíos aquellos que revelan los secretos del Talmud o causan daño pecuniario a los judíos aunque sea de poca importancia -Noseroth- traidores.
Choschen Hammischpat 388, 10. Es lícito matar al delator aun en nuestro tiempo, en todo lugar en que sea encontrado. Puede ser matado antes de la delación, Tan pronto como haya dicho que él quiere traicionar a alguien en sus bienes de vida o de riqueza, aunque éstas sean pequeñas y no le produzca mucho daño, ya pronunció contra si mismo suficiente causa de muerte, Avísenle y díganle: "No quieras delatar". Pero si imprudentemente dice: "No, manifestaré esto", debe ser muerto; y cuanto más pronto alguien le matare, tanto mayor mérito tendrá. Si faltare el tiempo de avisarle, el aviso no es necesario. Hay quienes dicen que el traidor debe ser matado sólo cuando sea imposible librarse de él privándole algún miembro. Si fuera posible librarse de él, por ejemplo, quitándole la lengua o los ojos, entonces no es lícito matarle, porque no es peor que los otros perseguidores.
Choschen Hammischpat 388, 15: Si se hubiera probado que alguien ha traicionado por tres veces a Israel, o ha hecho que su dinero pasara a manos de cristianos, será necesario buscar un medio prudente y astuto de suprimirlo del haz de la tierra.
Sanhedrín 59 a: Dice R. Jochamam: el cristiano que escruta la ley es reo
de muerte.
II) Deben ser matados los judíos que reciben el bautismo.
Iove Dea 158, 2 Hagah: Los prevaricadores que se pasan a la parte de los cristianos y que se contaminan entre los cristianos, dando culto a las estrellas y a los planetas como ellos hacen, son semejantes a aquellos que prevarican para irritar a Dios; por eso deben ser echados al pozo y no sacados.
III) Deben ser matados los cristianos porque son tiranos, restos de los amalecitas, a los que manda destruir la ley antigua.
Zohar I, 219 b: Cierto es que nuestra cautividad debe durar hasta que sean borrados de la tierra los príncipes cristianos que adoran a los ídolos.
IV) Deben ser matados todos los cristianos, sin exceptuar los mejores de entre ellos.
Abhodah Zarah 26 b. Tosephoth: El mejor entre los goim merece ser muerto.
V) El judío que mata a un cristiano no peca, sino que ofrece un sacrificio aceptable.
Sepher Or Israel 177 b. Borra la vida del cristiano y mátale. Es agradable a la majestad divina como el que ofrece un don de incienso.
Ibíd. Fol. 180. El israelita está obligado a poner todo su empeño en quitar
las espinas de la viña. esto es, en arrancar y en extirpar a los cristianos de la
tierra; no se puede dar alegría mayor a Dios bendito que ésta que hacemos
exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo.
VI) Después de la destrucción del templo de Jerusalén no hay sacrificio más grande que el exterminio de los cristianos.
En el Zohar III, 227 b., dice el buen pastor: No hay otro sacrificio fuera del que consiste en quitar del medio la parte inmunda.
Mikdasch Melech en el Zohar f. 62, dice: El cabrón que mandaban el día de la expiación a Azaziel nos enseña que también nosotros debemos suprimir del mundo a los cristianos.
VII) A los que matan a los cristianos se les promete el supremo lugar en el paraíso.
Zohar I, 38 b. y 39 a. En el cuarto palacio del paraíso están todos
los que lloraban a Sión y a Jerusalén y todos los que han destruido los restos de las naciones idólatras... Y como la púrpura es el vestido honorífico y distintivo de Dios, así serán honrados y distinguidos todos los que habrán matado a los otros pueblos idólatras.
VIII) No se deben hacer las paces con los cristianos, sino que hay que exterminarlos.
Hilkhoth Akum 10, 1. No hagan las paces con los idólatras; de suerte que les concedan permiso de adorar a los ídolos... sino que los aparten de su culto y los maten.
IX) Todos los judíos están obligados a obrar concordemente para destruir a los traidores sus enemigos; si no con la acción directa, al menos con todos los medios.
Choschen Hammischpat, 388, 16: Todos los habitantes de la ciudad están obligados a resarcir los gastos hechos para matar al traidor, aun aquellos que pagan por otro concepto sus tributos.
Pesachim 49 b: Dice R. Eliezer: Es lícito estrangular al hombre idiota en la fiesta de la expiación, aun si caiga en día sábado.
Le dijeron sus discípulos: Rabbí, di más bien inmolar. A lo que les respondió: De ningún modo; porque inmolando es necesario recitar ciertas preces, y estrangulando no son necesarias.
CUATRO ACUSACIONES CONTRA LOS JUDÍOS
Y ahora veamos cómo diecinueve siglos de historia cristiana van a comprobar cuatro capítulos de perversidades judías; es, a saber:
1º cómo los judíos, llevados por un odio satánico, buscan la destrucción del cristianismo;
2º cómo conspiran contra los Estados cristianos que les dan albergue;
3º cómo se apropian de los bienes de los cristianos; y
4º cómo los exterminan, arrebatándoles la vida, cuando pueden.
En este capítulo me limitaré preferentemente a la época histórica de la Edad Media, para terminar exponiendo las medidas represivas con que la Iglesia, representada en los Soberanos Pontífices, prevenía la peligrosidad de los judíos. Una advertencia preliminar. Al exponer las perversidades de esta raza grande (porque es la primera para el bien y para el mal) no me dejaré
llevar por ningún sentimiento de desafecto hacia ella. En la lección anterior he expuesto la grandeza espiritual de este linaje, de quien tomó carne nuestro Adorable Redentor. Israel es tan grande, que no ha podido perpetrar el mal sino también terriblemente. Linaje consagrado, que si nos salva en el Cristo, cuando se aparta de Dios nos pierde en el Anticristo.
Los cristianos no podemos odiar a este pueblo; sólo podemos compadecerlo, temblando también nosotros, porque si este pueblo cayó, ¿qué será de nosotros si la misericordia de Dios no nos sostiene?
Por esto ruego no se quiera ver animosidad en todo cuanto diga; sobre todo que nada podré decir de inicuo, de perverso y de pérfido más espantoso que lo que este pueblo perpetró ya, dando muerte al Hijo de Dios.
Además que autores judíos como Bernard Lazare, en su libro L'Antisémitisme reconocen la peligrosidad de los judíos forjada por la mentalidad que en este pueblo imprimió la acción exclusivista de los Rabinos.
Los rabinos, dice (ed. 1934, Págs. 57 del tomo I), habían separado a Israel de la comunidad de los pueblos; le habían hecho un solitario salvaje, rebelde a toda ley, hostil a toda fraternidad, cerrado a toda idea bella, noble y generosa; le habían hecho una nación miserable y pequeña, agriado por el aislamiento, embrutecida por una educación estrecha, desmoralizada y corrompida por un injustificable orgullo.
LOS JUDÍOS DESTRUYEN EL CRISTIANISMO
Comencemos por la primera acusación: Los judíos, llevados por un odio satánico, buscan la destrucción del cristianismo.
San Pablo, en la Primera Carta a los Tesalonicenses, recriminando la perfidia de los judíos que molestaban a los primeros convertidos de su nación, dice (1 ad. Tes. 11, 15): Los cuales dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas, ya nos otros nos persiguen, y que no agradan a Dios y están contra todos los hombres; que impiden que se hable a los gentiles y se procure su
salvación. Con esto colman la medida de sus pecados.
Hemos visto como los judíos impedían de palabra y de obra esta predicación. En las épocas posteriores se perpetuará en igual forma esta acción pérfida.
San Justino, en su famoso Diálogo con el judío Trifón, dice repetidas veces que los judíos, después de haber matado al Justo, y antes de Él a los Profetas, ahora deshonran y alzan increpaciones contra los cristianos, y cuando pueden aun les quitan la vida (XVI, CXXXIII); San Basilio afirma que antes los judíos y los paganos han luchado entre sí, pero ahora tanto unos como otros luchan contra el cristianismo. Y así vemos a los judíos en Esmirna, en 155, reclamando suplicios para San Policarpo (Martyrium Sancti Policarpi); el 250 los vemos insultar a los cristianos que se niegan a apostatar (Passio S. Pionié); el 304 se los encuentra entre los más violentos de los que quieren obligar a sacrificar a los ídolos a San Felipe y su diácono Hennes en Heraclea (Passio S. Philippi Heracleensis), y asimismo en las Actas de los martirios de San Poncio de Cimiez el año 261 y San Marciano de Cesarea; en Mauritania el año 303 figuran los judíos excitando a los paganos contra los Santos Mártires. Ellos son, asimismo, los que levantan las calumnias contra los cristianos para suscitar persecuciones de parte de los paganos, como afirman San Justino, Tertuliano (Ad. Marcionem III, XXIII), Orígenes (C. Cels. VI, XXVII) Y San Gregorio Nacianceno (Oratorio n contra Jul.).
Los judíos colaboran gozosos con Juliano el Apóstata en las terribles persecuciones contra los cristianos (Sócrates, Hist. Ecl. III, XVII). En Persia, dicen las Actas de San Simeón- bar-Sabae, Patriarca de Seleucio, la persecución de Sapor es fomentada por los judíos, estos perpetuos enemigos de los cristianos que se encuentran siempre en los tiempos de tempestad, tenaces en su odio implacable y que no retroceden ante ninguna acusación calumniosa. En Singara, el año 390, el niño judío Abdul Masich, que se había convertido al cristianismo, es degollado por su padre; el año 524, el rey Dhon Nowas, de los Hyniaritas, judío, desencadena, a instigación de los judíos, una persecución criminal contra los cristianos (H. Leclerc, Les Martyrs, París 1905, t. IV, p. CIII). En Antioquía, el año 603, los judíos se precipitan sobre los cristianos, matan un gran número y queman los cadáveres. En Palestina, el año 614, masacran a los cristianos por millares e incendian las iglesias y conventos. (Ver el artículo de F. Ver net, "Juifs et Chrétiens" en Dictionnaire d' Apologétique).
Desde el siglo XII en adelante disminuyen estas persecuciones, no porque se amengüe el odio, sino porque, dada la vigilancia de la Iglesia y del Estado, disminuyen las posibilidades de realizarlas.
Sin embargo, vemos a los judíos aliados con los herejes en la destrucción del cristianismo. Con sus intrigas deciden a León Isáurico en su campaña iconoclasta. Los judíos inspiran y se alían con Cátaros y Valdenses. Una ordenanza de Felipe el Hermoso, del 6 de junio de 1299, nos enseña que los judíos escondían a los herejes fugitivos (Donais, L'Inqusition, París 1906), y en
1425 el duque de Baviera castigó a los judíos de su ducado, que habían proporcionado armas a los hussitas contra los cristianos.
El pensamiento de los cristianos acerca del Talmud está comprobado por los numerosos edictos y decretos que se han publicado, por medio de los cuales las autoridades supremas de la Iglesia, y Emperadores lo han proscrito, y han condenado que sea arrojado al fuego. En el año 553 el Emperador Justiniano prohibió la difusión en todo el Imperio Romano, la difusión de los libros Talmúdicos. En el siglo 13 los papas Gregorio IX e Inocencio IV condenaron a los libros del Talmud por "contener toda clase de vilezas y blasfemias, y ordenaron que se quemaran por cuanto divulgaban muchas horribles herejías".
Posteriormente fueron condenados por los Pontífices Romanos Julio II, Pablo IX, Pío IV, Pío V, Gregorio XIII, Clemente VII, Alejandro VII, Benedicto XIV, y posteriores quienes hicieron nuevas ediciones del Index (Libros Prohibidos) de acuerdo a lo ordenado por los Padres del Concilio de Trento, situación que no ha cambiado en la actualidad.
NOTA: TODAS LAS FOTOGRAFIAS DE TODOS LOS RABINOS
PUBLICADAS CORRESPONDEN A RABINOS TALMUDICOS
Este post ha sido construido mezclando un artículo publicado en "Las cosas como son" y un extracto del libro del RIP. julio Meinvielle "El judío en el misterio de la Historia" mas algunas consideraciones de benito.
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