Virtudes Prusianas

VIRTUDES PRUSIANAS (Brandenburgo-Prusia, Alemania):
Perfecta organización * Sacrificio * Imperio de la ley * Obediencia a la autoridad * Militarismo * Fiabilidad * Tolerancia religiosa * Sobriedad * Frugalidad * Pragmatismo * Puntualidad * Modestia * Diligencia

domingo, 30 de agosto de 2009

Botín de guerra 1945: vaginas de mujeres alemanas

Tejado del Reichstag, 02-05-1945

“¡Maten! ¡Maten!. En la raza alemana no hay mas que mal, ¡ni uno entre los vivos, ni uno entre los aun no nacidos, nada mas que mal! Sigan los preceptos del camarada Stalin. Aniquilen a la bestia fascista de una vez por todas en su guarida. ¡Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas! ¡Tomenlas como su botín de guerra! A medida que avancen, maten, nobles soldados del ejercito rojo.”

Comisario judío soviético Llya Ehrenburg


Kate Connolly. THE OBSERVER.
ESPECIAL PARA CLARIN.


Es uno de los dramas más trágicos y ocultos del siglo XX, pero ahora —medio siglo después— el libro de un historiador militar británico logró que muchas mujeres alemanas hablaran de él: los horrores vividos a manos de soldados soviéticos, que perpetraron violaciones en Alemania desde 1945 hasta 1949.

La odisea de estas mujeres salió a la luz gracias a Anthony Beevor, cuyo libro Berlín: The Downfall, 1945 (Berlín: La caída, 1945) se publicó el mes pasado y se convirtió en suceso.

En su best-séller, Beevor —un ex soldado británico— usa material inédito de los archivos rusos de Moscú y describe el terrible sufrimiento de unas dos millones de mujeres y niñas alemanas.

Entre las víctimas hubo mujeres que llegaron a ser figuras destacadas. Por ejemplo, Hannelore Kohl, esposa del ex canciller Helmut Kohl. La señora Kohl (se suicidó el año pasado) fue violada a los doce años, cuando ella y su mamá no pudieron escapar en un tren que iba a Dresden.

El libro de Beevor tuvo una conmovedora recepción de las víctimas, muchas de las cuales viven en Gran Bretaña.

"Me habían ordenado enterrar a unos muchachos de la Juventud Hitleriana cuando ellos me encontraron", dice Martha Dowsey. "Seis soldados del Ejército Rojo con las caras tiznadas me tiraron al suelo junto a las tumbas y me violaron, uno tras otro". La mujer tiene ahora 81 años. Durante décadas, nunca había encontrado a nadie que creyera lo que le tocó vivir. Por años, se consideró que el Ejército Rojo era un grupo de héroes que había liberado a Alemania de los nazis.

Para Martha no fue así. "Eran agresivos, brutales. Nunca les conté esto a mis hijos; y mi esposo sólo supo que me había pasado algo horrible. Tuvo la delicadeza de no preguntar", dice en su casa de un barrio del sur de Londres.

Hace muy poco que Martha se armó de valor y habló. Y fue gracias al libro de Beevor. Las víctimas —a quienes Beevor señala que los rusos consideraban "botín de guerra" con el que compensar los crímenes de la Wehrmacht en Rusia— iban de los 12 a los 80 años de edad o más.

Una mujer alemana —Jutte, de Preston— le escribió a Beevor: "Muchas veces quise hablar de eso, pero sabía que nadie me creería o que interpretarían mi historia como un rapto de autocompasión. Lo que usted escribió es una forma de mostrar cómo se puede soportar el sufrimiento."

Una mujer a la que Beevor visitó en Berlín le contó que había matado a un soldado con su arma mientras él trataba de violar a su mamá. "Después —dice Beevor— me di cuenta de que el soldado la había violado a ella y que ella luego había armado la historia y trataba desesperadamente de creerla."

En sus cartas, las mujeres confirmaron lo que describe Beevor en el libro en el sentido de que, para evitar correr la misma suerte que sus vecinas, muchas mataron a sus hijas y luego se suicidaron.

Para fines de la década de 1940 —las violaciones se sucedieron durante tres años o más— las tropas soviéticas habían sembrado desesperación. Según algunos informes, el 90% de las mujeres berlinesas había contraído enfermedades venéreas. Beevor cita declaraciones de un médico que le dijo que, de las aproximadamente 100.000 mujeres violadas en Berlín, un 10% murió, la mayoría por suicidios. La tasa de mortalidad del casi millón y medio de mujeres violadas en el este de Prusia, Pomerania y Silesia [hoy regiones polacas], dice, es más elevada.

7 comentarios:

  1. La historia la escriben los vencedores autollamados "conquistadores","libertadores" ..."renovadores"...etc, no importa cuan inmorales, hipócritas, inhumanos o virtuosos pretendan ser, siempre niegan a los vencidos la voz, el voto, la dignidad, finalmente la vida.
    Por lo anterior, nunca haran referencia a sus atrocidades, vejámenes, injusticias,...y si alguna es muy obvia, la justificaran y encubriran con el nombre hipocrita de "medidas de seguridad" (¿para quien?), o inventarán pretextos para encubrir sus verdaderas intenciones tras sus actos de rapiña.
    Generalmente la historia de los vencidos siempre se escucha después, o nunca, cuando es acallada por los "Vencedores" y en estas historias se manifiestan el verdadero rostro del "vencedor"
    Es necesario la labor tesonera, a veces titánica de quienes deseen desenterrar la verdad para que la gente comprenda y conozca lo que realmente ocurrió.
    La historia de Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China...está plagada de "heroes" y "libertadores", nunca les agradará que se muestre su verdadero rostro, no único sino múltiple (los criminales y los asesinos nunca actuan solos, siempre lo hacen en manada), porque ello reescribirá su historia y dudo que guarden silencio "por dignidad nacional".

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  2. esto confirma que la historia la escriben los vencedores, estas noticias no salen publicadas en los medios masivos y cuando salen siempre hay alguien que se encarga de desmentirlas y envilecerlas, por ello es neserario por amor a la verdad darlas a conocer por todos los medios para que esto no quede impune, fundamentalmente entre los mas jovenes que sepan la verdad y las atrocidades que cometieron estos "heroes".

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  3. Es la idiotez de la guerra, no de Stalin. A los rusos les mataron por millones 25 millones, no por ser alemanes o porque así quería Hitler... Es la guerra, la guerra es idiota, fea, horrible, se viola, se prostituye, se sodomiza.

    ¡Es la guerra jorga de idiotas!

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  4. Sí, pero parece que los crímenes nazis (convenientemente exagerados) se castigan. En cambio, cuando se trata de los crímenes de los vencedores, impunes y encima gloriosos, siempre aparece algún IDIOTA y dice "!Es la guerra!".

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  5. Pero esto paso después de la guerra, 1945 hasta 1949. Pendejo.

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  6. ¿ Y qué es lo que tu cerebro de cucaracha no puede asimilar o entender ?

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  7. Idiotas siempre habrá por doquier, en mi tierra les llamamos pend....., pero pues pasemos a algo mas provechoso, ciertamente la historia jamás será limpia y transparente, es y será manejada por los mas inescrupulosos despojos de humanos viles que comercian con ella, y la historia de la honrosa y valiente Alemania no ha sido la única deformada, las plañideras profesionales de siempre que lloran amargamente su holocuento milenario son los dueños actuales de las grandes cadenas "informativas" occidentales y de los diarios de circulación mundial, agencias y emporios televisivos cuyo objetivo es amansar y seguir idiotizando al gran rebaño que se conforma con las historias "oficiales", por ello siempre veremos a los defensores de la historia opinar idioteces que repetitivamente reproducen como loros de estanquillo gracias a la manipulación inteligente de los hechos que han convulsionado a la tierra, haciendo aparecer como víctimas a los victimarios y como victimarios a las víctimas, el ejemplo mas claro de la historia contemporánea, el caso de los calamitosos judíos que aparecen por todo el mundo como las mas sufridas victimas de ese valle de lágrimas del gran océano de la hipocresía. Examinar la historia, revisarla e investigar por las vertientes prohibidas es acercarse a la realidad, y la realidad y la justicia están de parte de ese valiente pueblo ALEMAN que hizo lo que todo nacionalsocialista debe de hacer por su amada patria: Eliminar de su suelo a los parásitos y gran usureros que hoy son dueños de casi la totalidad del mundo; judíos sionistas judeo masónicos e hijos del diablo.

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