Ya empezó mal Obama en relación con México
En su visita y reunión con Obama de Felipe Calderón a Estados Unidos estos han hecho declaraciones totalmente alejadas de la verdad.
En otras palabras; bla, bla, bla, bla. Pero nada en concreto que enfrente los problemas que tienen las relaciones de los dos países.
En primer lugar Obama dice que Felipe Calderón es un gran líder que enfrenta un gran reto con la inseguridad en México. Falso. Felipe no puede, ni ha podido ni podrá con el reto de la inseguridad mientras siga con el mismo proyecto económico suicida que le impuso Washington hace 30 años. La guerra contra el narco es una guerra perdida de antemano en ambos países porque los dos gobiernos se benefician de ella y es mucho dinero el que está en juego. Saben que la única solución es legalizarla pero no lo van a hacer por no perder el dineral que les deja.
También dice que es un líder importante en America Latina. Falso, en America del Sur nadie lo pela, con excepción del asesino Álvaro Uribe, presidente de Colombia.
De los problemas reales entre los dos países nada se dijo como es la inmigración mexicana hacia Estados Unidos. Tampoco se dijo nada si se va a renegociar el TLC, tratado que ha beneficiado a las grandes empresas y perjudicado a las medianas y pequeñas-que son las que emplean a la gente- a ambos lados de la frontera. El TLC ha producido desempleo en los dos países y ha contribuido a que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres en los dos países.
Tampoco se dijo nada acerca del muro de la vergüenza en la frontera que será costosísimo y completamente inútil, como todos los muros que ha habido en el mundo.
Nada se dijo de la equidad que debe de haber entre un país grande y uno chico ni de terminar con el saqueo de México por las trasnacionales norteamericanas. Tampoco Obama reconoció que está tratando con un presidente mexicano ilegítimo que sufre una oposición gigantesca en su país. Un presidente que no sabe gobernar para su población sino que está entregado a beneficiar a los poderes fácticos y que los pésimos resultados de su mal gobierno están a la vista. Tampoco Obama reconoció que su gobierno con George Bush apoyó el más grande fraude electoral en México de los últimos tiempos y que nuestro país nunca se podrá levantar mientras siga la criminal corrupción e impunidad patrocinada por el grupo de bandidos que tienen secuestrado al gobierno con Felipe Calderón a la cabeza. Si quiere Obama un país vecino pacifico y próspero que no expulse a su gente hacia los Estados Unidos deberá propiciar un gobierno honesto en México y no seguir apoyando al actual que está corrompido hasta los tuétanos.
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