Virtudes Prusianas

VIRTUDES PRUSIANAS (Brandenburgo-Prusia, Alemania):
Perfecta organización * Sacrificio * Imperio de la ley * Obediencia a la autoridad * Militarismo * Fiabilidad * Tolerancia religiosa * Sobriedad * Frugalidad * Pragmatismo * Puntualidad * Modestia * Diligencia

lunes, 20 de octubre de 2014

Los peores experimentos con humanos realizados por EE.UU. – RT

Lo bueno, según sugiere la historia, es que EUA y UK nos han salvado de los malos infinidad de veces. ¿No será al revés?





Los peores experimentos con humanos realizados por EE.UU. – RT

domingo, 19 de octubre de 2014

sábado, 11 de octubre de 2014

miércoles, 8 de octubre de 2014

Hitler, hombre que propuso paz y paz pero nunca se la aceptaron.

http://quenosocultan.wordpress.com/2014/06/14/adolf-hitler-hombre-de-paz/



EXTRACTO DE LA PROPUESTA DE PAZ DE 16 PUNTOS DE HITLER:


“[Los] Nazis quieren Danzig, pero dejaran que unas votaciones decidan sobre el corredor [Polaco].

Berlín, Alemania – (AP)- El gobierno alemán el jueves por la noche decidió publicar por completo el intercambio de notas y comunicaciones entre Gran Bretaña y Alemania, y por lo tanto, informar al mundo de la propuesta [de Alemania] de 16 puntos hecho a Polonia… Las propuestas incluyen, el regreso incondicional de Danzig, un plebiscito sobre el corredor polaco bajo control internacional, desmilitarización de Gedania y Danzig…

La Rusia soviética, como nuevo amigo de Alemania, figura por primera vez en las negociaciones, en las que, junto a Inglaterra, Francia e Italia, conduciría el plebiscito como miembro de la comisión internacional que gobierna el corredor, durante el año en que el plebiscito está siendo preparado… Alemania, a pedido de Inglaterra, declaro su voluntad de entrar en negociaciones directas con Polonia, y pidiendo que se enviara un plenipotenciario polaco a Berlín para la media noche del 30 de agosto a más tardar.

Polonia, Alemania acuso, no respondió y finalmente, [en] la tarde del jueves el embajador Josef Lipsky llamo a la oficina Relaciones Exteriores, pero no tenía poderes plenarios… Por lo tanto el gobierno alemán se vio obligado… a concluir que Polonia había rechazado la propuesta.

Los 16 puntos:

1) Danzig regresa inmediatamente a Alemania.

2) El corredor polaco, desde Marienwerder a Grudziadz, Kulm y Bydgoszcz, serán sujetos a un plebiscito, a fin de determinar a qué nación irán.

3) Podrán formar parte del plebiscito bajo una comisión internacional, todos los alemanes, polacos y otros que residieron en el corredor el 1 de enero de 1918. La comisión será compuesta por italianos, rusos soviéticos, franceses e ingleses. Todos los soldados polacos y la policía deben retirarse.

4) El puerto marítimo de Gedania es exento del plebiscito, y se mantiene polaco.

5) Para permitir un tiempo amplio para un plebiscito justo, el mismo tomara lugar dentro de 12 meses.

(…)

8) En caso que el corredor sea votado a [favor] de Polonia, [a] Alemania le será concedida una zona extraterritorial para una carretera y [una] vía férrea de un kilómetro de ancho. En caso de ser votado a [favor] de Alemania, se le otorgaran privilegios similares a Polonia [con respecto a] Gedania.

(…)

13) [Las] Quejas sobre el trato a minorías, por parte de ambos países, deben ser enviadas a una comisión internacional de investigación. Todos los daños inflingidos desde 1918 deben ser reparados…

(…)

15) En caso de que estas propuestas sean aceptables, ambos lados deben desmovilizarse inmediatamente.”

– Hitler Gives 16 Point Peace Plan” (Hitler ofrece un plan de paz de 16 partes), The Milwaukee Journal, agosto 31 de 1939, p. 24.






martes, 7 de octubre de 2014

La Jornada: El trabajo estúpido

La Jornada: El trabajo estúpido



Hermann Bellinghausen
E
Walden (1854) Thoreau escribía: Creo que la caída del campesino al convertirse en obrero es tan grande como la del hombre al convertirse en campesino. Suena terrible, pero más es el hecho contemporáneo de que el obrero a su vez degeneró en empleado eventual (el poder prefiere generar empleos que respetar los derechos laborales o agrarios, por ejemplo), y cada día más las empresas y corporaciones promueven el funcionamiento automático, en aislamiento aún en equipo, vacío, entre los empleados de cualquier nivel, desde el que pica piedra o barre al que realiza cálculos y procedimientos sofisticados que exigen alta educación. Esto se considera funcional para la necesidad, muy del capitalismo, de mantener la marcha del sistema aún donde desafía la lógica y todo instinto de conservación animal o humano.
Los analistas y asesores empresariales más serios comienzan a manifestar preocupación ante la inercia creciente de este proceso. Fuerte impacto en su medio tuvo cierto ensayo que plantea críticamente una teoría basada en la estupidez de las organizaciones, del catedrático sueco Mats Alversson y el inglés Andre Spice(A Stupidity-Based Theory of Organizations, Journal of Management, 49:7, noviembre de 2012). Las ondas expansivas de la inquietud alcanzaron al grupo español de asesoría empresarial Inspiring Benefits, en cuyo blog Isabel del Río Soria ofreció, con notable repercusión, una reseña comprehensiva del bien fundamentado artículo de Alversson y Spicer.
La estupidez funcional, refiere Soria del Río, es una forma de gestión promovida por las organizaciones que consiste en eliminar la reflexión crítica de los trabajadores y hacer que estos se centren en sus tareas con cierto entusiasmo y no cuestionen ni reflexionen. Según sus autores, la estupidez funcional surge de la interacción entre la falta de voluntad y la incapacidad para comprometerse con la reflexión. Es decir, un cierre parcial de la mente, la congelación del esfuerzo intelectual, un enfoque reducido y la ausencia de solicitudes de justificación.
¿Es beneficioso para las empresas? se preguntan todos: Curiosamente, esta forma de gestión permite que funcionen mejor y sean más operativas. Para los autores del estudio, pareciera que las empresas fomentan tal stupidity management, porque a corto plazo resulta productivo. Obrar así permite a quien ejerce el poder no detenerse en explicaciones y suele conseguir que las compañías funcionen en su día a día.
Alversson y Spicer muestran cómo la estupidez funcional coexiste con la buena praxis organizacional y es capaz de presentar beneficios a corto plazo, tanto para las organizaciones como para los individuos. No obstante, les pareceperjudicial a mediano y largo plazo; la califican de aberrante. Las empresas que aplican dicha forma de gestión están jugando con un arma de doble filo: al hacer que los trabajadores se concentren solamente en sus respectivas tareas corren el riesgo de que estos profesionales no identifiquen los problemas internos de la compañía o que, pese a conocerlos, no se impliquen en corregirlos pues no los sienten como propios.
La estupidez funcional según Alvesson y Spicer, se basa, entre otras cosas, en la economía de persuasión, que supone manipulación, control, bloqueo de la comunicación y el ejercicio de poder y autolimita la reflexión. Explican que –resume Soria del Río– los líderes de las empresas no quieren que los trabajadores piensen demasiado profunda y críticamente acerca de las cosas, porque esto lleva su tiempo, puede crear conflictos, amenazar a las jerarquías establecidas y, a menudo, conducir a puntos de vista divergentes. Todo esto es visto como muy ineficiente en el corto plazo. Así que para que el trabajo se haga bien y para que dejen de sacudir las estructuras de poder, bloquean la acción comunicativa.
Obviamente, tal gestión impone unapeligrosa paradoja, pues la reflexión crítica es fundamental para superar y prevenir las crisis; la no reflexión, y la exclusión de esa práctica tan saludable que fomenta relaciones sin fricciones y proporciona un sentimiento de confianza y seguridad, mata a la larga el conocimiento, la creatividad, y proporciona estrechez de miras.
Viendo la forma en que funcionan hoy las empresas que por encima de los Estados nacionales dominan al mundo y su mercado laboral, no parece haber lugar para el optimismo. Las inmensas industrias extractivas, el sistema financiero global, la producción y venta de armas, la guerra como negocio infalible a cualquier plazo, la acumulación territorial, el despojo a los pueblos, la prostitución de las constituciones nacionales y todas las demás tareas (suicidas, diría uno) del capitalismo avanzado (en el sentido que le daba Joseph Conrad) parecen necesitar de esta progresiva estupidización y degradación del trabajo, apoyados por las cajas idiotas de nuestros espacios cotidianos. Es la esclavitud por otros medios.