El rol judeo-zionista en las causas de la segunda guerra mundial
The Heretical Press
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"En 1941, el escritor judío, Theodor N. Kaufman, escribió: Alemania Debe Perecer. Kaufman diseñó un plan para la destrucción total de la población alemana por un método muy simple: la esterilización masiva de todos los hombres y mujeres alemanes entre la edad de la pubertad y los sesenta años."
De una edición de 1993 de la revista Spearhead de John Tyndall
Los poderes que emergieron victoriosos de la Primera Guerra Mundial hicieron una segunda guerra casi inevitable por las condiciones de paz que ellos impusieron sobre Alemania. Esa segunda guerra fue una realidad, no por las intenciones de Hitler, sino por la determinación de sus eternos enemigos para destruir la nueva Alemania que él había creado.
Por el Tratado de Versalles el 28 de Junio de 1919 y el Tratado de St. Germain, llevado a cabo el 20 septiembre del mismo año, el pueblo alemán fue humillado totalmente. El primer ministro británico, Lloyd George, escribió:
"Los banqueros internacionales barrieron a un lado a todos los estadistas, políticos, periodistas y juristas y emitieron sus órdenes con el imperativo de monarcas absolutos".
El viejo Imperio Austriaco fue balkanizado sin respeto por sus varias culturas y nacionalidades. Prusia oriental fue separada de Alemania por una gran área que fue cedida a Polonia. Los Sudetes alemanes fueron puestos bajo control Checo. El área de la minería de carbón del Valle de Saar sería administrada durante quince años por la Liga de Naciones y luego se llevaría a cabo un plebiscito. La corrupta República de Weimar fue impuesta sobre la nación alemana y la clase media fue despojada de su patrimonio por las corruptas finanzas. Había millones de desempleados y los líderes revolucionarios judíos de Espartaco como Karl Leibknecht y Rosa Luxembourg estaban avivando la revolución roja.
EL CONTROL EXTRANJERO
El Daily Mail informó el 10 de Julio de 1933:
"La nación germana, por otra parte, estaba cayendo rápidamente bajo el control de elementos extranjeros. En los últimos días del régimen antes de Hitler había veinte veces más funcionarios judíos en el gobierno de Alemania que antes de la primera guerra. Israelitas con contactos internacionales estaban posicionándose en cargos claves de la máquina administrativa alemana"
El Dr. Manfred Reifer, un conocido líder de los judíos de Bukovina, escribió en la revista judía Czernowitzer Allegemeine Zeitung (Sept de 1933):
"Aunque grandes sectores de la nación alemana estaban luchando por la preservación de su raza, nosotros los judíos llenamos las calles de Alemania con nuestros vozarrones. Le suministramos a la prensa los artículos sobres el objeto de su Navidad y Pascua y administramos sus creencias religiosas de la manera que nosotros consideramos conveniente. Ridiculizamos los más altos ideales de la nación alemana y profanamos materias que consideraban sagradas."
El resentimiento y la resistencia comenzaron a crecer contra la horda extranjera y en el año anterior a la llegada al poder de Adolfo Hitler, Bernard Lecache, Presidente de la Liga Judía Mundial, declaró:
"Alemania es nuestro primer enemigo público. Es nuestro objetivo declarar la guerra sin misericordia contra ella."
El Partido Nacional Socialista de Adolfo Hitler obtuvo 17.300.000 votos en la elección y ganó 288 asientos en el Reichstag. El 30 enero 1933, Hitler fue designado legalmente Canciller del Reich alemán por el Presidente Von Hindenberg. El 24 de Marzo de 1933 el Reichstag decidió por 441 votos contra 94 dar plenos poderes de emergencia al nuevo Canciller del Reich y la corrupta República de Weimar dejó de existir.
En ese mismo día, el 24 de Marzo de 1933, en la página portada del London Daily Express apareció en grandes titulares: "Judea declara la guerra a Alemania: Judíos de todo el mundo se unen", y siguió con:
"El pueblo Israelita de todo el mundo, declaran la guerra económica y financiera a Alemania. La aparición de la Esvástica como símbolo de la nueva Alemania reaviva el viejo símbolo de guerra de los judíos. Catorce millones de judíos están de pie como un solo hombre para declarar la guerra a Alemania. El comerciante mayorista judío deja su negocio, el banquero su banco, el tendero su tienda, el mendigo su choza miserable para combinar sus fuerzas en la guerra santa contra el pueblo de Hitler."
El gobierno alemán estaba sacando a los judíos de posiciones influyentes y transfiriendo el poder a personas alemanas. Esta declaración de guerra de los judíos contra Alemania se repitió a lo largo del mundo. El primer boicot de empresas especulativas judías vino detrás de esta declaración judía de guerra en abril de 1933.
SE EXIGÍA LA DESTRUCCIÓN TOTAL
Vladimir Jabotinsky, fundador del Irgun Zvai Leumi una organización terrorista, escribió en la edición de enero 1934 de Mascha Rjetach:
"Durante meses la lucha contra Alemania es llevada a cabo por cada comunidad judía en cada conferencia, en todos nuestros sindicatos y por cada judío en el mundo. Hay razón para creer que nuestra parte en esta lucha tiene valor general. Comenzaremos una guerra espiritual y material de todo el mundo contra las ambiciones de Alemania de llegar a ser una gran nación una vez más, recuperar territorios y colonias perdidas. Pero nuestro interés judío demanda la destrucción total de Alemania, colectiva e individualmente. La nación alemana es una amenaza para nosotros los judíos."
Emil Ludwig Cohen escribió en su libro La Nueva Santa Alianza, Strasburg, 1938,:
“Aun cuando Hitler en el último momento deseara evitar la guerra que lo podría destruir, a pesar de sus deseos, será obligado a emprender la guerra.”
Bernard Lechache escribió en El Derecho de Vivir (Diciembre de 1938):
“Es nuestra tarea organizar el asedio moral y cultural de Alemania y dispersar esta nación. Depende de nosotros comenzar una guerra implacable.”
El periódico judío Central Blad Voor Israeliten en Holanda imprimió el 13 de Septiembre de 1939:
"Los millones de judíos que viven en Norteamérica, Inglaterra, Francia, Africa del Norte y Sur, sin olvidar Palestina, han decidido continuar la guerra contra Alemania hasta el final. Esta será una guerra de exterminio."
The Toronto Star (26 de Febrero de 1940) imprime una declaración del Rabino Perlberg, Director de la sección británica del Congreso Mundial judío,:
“El Congreso Mundial judío está en estado de guerra contra Alemania durante siete años.”
La revista judía Sentinel de Chicago imprimió en su edición del 8 de octubre de 1940 :
“Cuando los Nacional Socialistas y sus amigos lloran o murmuran que ésto [la guerra] es provocado por los judíos, ellos tienen razón”
Hitler puso ahora en funcionamiento el plan de unir todas las áreas alemanas en un estado y a todos los alemanes bajo un Gobierno alemán. Los alemanes del Rhineland, los alemanes en Austria y los Sudetes alemanes respondieron de buena gana. En enero de 1935 el Valle de Saar votó para volver a Alemania con una 90 por ciento de votación a favor. Había también alemanes en Prusia Oriental y en Danzig ahora dividido por la tierra cedida a Polonia por el Tratado de Versalles. Es interesante hacer notar que entre 1933 y 1937, 10,000 judíos emigraron a la Alemania de Hitler, 97 de ellos desde Palestina.
EL ACUERDO DE MUNICH
Un acuerdo se firmó entre Alemania (Hitler) y Gran Bretaña (Neville Chamberlain) el cual hizo pensar en una revisión pacífica de los errores cometidos por el Tratado de Versalles. Una conferencia de cuatro poderes fue sugerida para conservar la paz. Los cuatro poderes eran Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia.
El documento "Verdad" del 5 de enero de 1952 declaró que el Sr. Oswald Pirow, Ministro de Defensa de Sudáfrica, fue enviado en una misión a Alemania en 1938 por General Smuts para aliviar la tensión en el asunto judío. El primer ministro británico le dijo a Pirow que la presión del Judaísmo Internacional era uno de los principales obstáculos a un acuerdo anglo-alemán y que le ayudaría en gran forma a resistir esa presión si Hitler pudiera ser
convencido de moderar su política hacia los judíos alemanes. Pirow declaró que Hitler
estuvo de acuerdo con esa idea y un acuerdo anglo-alemán estaba en la vista; el efecto
habría sido, en caso de guerra, limitar el conflicto entre Alemania y Rusia, con los otros grandes poderes que intervendrían para reforzar sus propias condiciones cuando los combatientes estuvieran exhaustos.
Sin embargo, el Pacto de las Cuatro Naciones no pudo ser. Los judíos acabaron con este, el 7 de noviembre de 1938, unas semanas después del Acuerdo de Munich y poco antes de un viaje a París del Ministro alemán de Asuntos exteriores, Von Ribbentrop, el judío polaco, Herschel Feibel Grynszpan asesinó al Tercer Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Ernst von Rath, en la Embajada alemana en París. Las cinco balas disparadas fueron el resultado lógico de la declaración de guerra de los judíos contra Alemania en marzo de 1933 y acabaron con el esfuerzo de explicar y divulgar la importancia del Acuerdo de Munich y la revisión del Tratado de Versalles.
Este asesinato provocó alborotos anti-judíos en Alemania, con la quema de sinagogas y el saqueo y quema posterior de tiendas judías. Los alborotos anti-judíos inflamaron la opinión pública en Gran Bretaña y en EE.UU. contra los esfuerzos de Chamberlain de reducir la tensión anglo-alemana. En Estados Unidos alemanes fueron asaltados y perseguidos. Los judíos empezaron a dejar Alemania.
La revista de París L'Ami du Peuple escribió sobre ellos:
“Estas personas huyeron de Alemania porque intentaban erigir un imperio de fuego y sangre y para soltar los horrores de una guerra civil y el caos universal.”
El Ministro de Relaciones Exteriores norteamericano, James Forrestal que después moriría en misteriosas circunstancias escribió en su “Diario de Forestal” (Cassel y Cía., Londres 1952):
"He jugado golf con Joe Kennedy [Embajador norteamericano en Bretaña, padre del Presidente John Kennedy]. Chamberlain declaró que el Zionismo y el mundo judío ha obligado a Inglaterra a que entre en la guerra."
El judío, Schlomo Asch, en una charla con tropas francesas en la línea de Le Nouvelles Litteraires (10 de febrero de 1940) escribió:
“Ésta es nuestra guerra y ustedes están luchándola para nosotros. Aun cuando nosotros los judíos no estamos presentes en las trincheras, estamos no obstante, moralmente con ustedes.”
El 8 octubre de 1942 la revista judía Sentinel declara inequívocamente:
“La Segunda Guerra Mundial se lleva a cabo por la defensa y los principios del Judaísmo.”
EL BOMBARDEO TERRORÍFICO
El primer ministro Camberlain tenía la convicción que:
"El Gobierno británico nunca acudiría al ataque deliberado sobre mujeres, niños y otros civiles con el mero propósito de aterrorizar"
Sin embargo, su sucesor, Winston Churchill nombró como su consejero personal al Profesor judío Lindemann. Lindemann, más tarde Lord Cherwell, sugirió que el bombardeo de ciudades alemanas y áreas civiles de clase obrera, eran blancos legítimos, y desde entonces en adelante los últimos vestigios de decencia civilizada en la guerra fueron abandonados. Estos bombardeos empezaron 10 de agosto de 1940 con el bombardeo del pequeño pueblo abierto de Freiburg en la frontera Suiza. Fueron muertos cincuenta y tres
civiles, incluyendo a veinte niños que juegan en un parque. Fue informado por el Sr.
Taylor de la Cruz Roja norteamericana en el New York Times del 3 de mayo de 1940. Esto sucedió antes que los alemanes comenzaran bombardeando las ciudades británicas. El Sr. J. M. Speight, CBE, primer secretario del Ministro Aéreo, escribió en su libro "La Espléndida Decisión:
"Adolfo Hitler sólo emprendió renuentemente el bombardeo de blancos civiles británicos después que la RAF había comenzado a bombardear blancos civiles alemanes..... Coventry, Birmingham, Sheffield y Southampton les dio derecho para mirar Kiev, Kharkov, Stalingrad y Sebastopol en la cara. Nuestros aliados soviéticos habrían sido menos críticos de nuestra inactividad si ellos hubiesen entendido lo que nosotros habíamos hecho... Hitler habría estado deseoso en mi momento de detener la matanza. Hitler estaba genuinamente ansioso por alcanzar con Bretaña un acuerdo que confina la acción de los aviones solo a los campos de batalla."
LA VENGANZA
En 1941, mucho antes de cualquier reunificación de los judíos para los supuestos campos de exterminio, un judío, Theodor N. Kaufman, escribió: Alemania Debe Perecer. Kaufman diseñó un plan para la destrucción total de la población alemana por un método muy simple: la esterilización masiva de todos los hombres y mujeres alemanes entre la edad de la pubertad y sesenta años. Él describió el diseño de la organización para hacer esto. Este libro fue la base del Plan Morgenthau para la destrucción total de la industria alemana y la esclavitud de la raza alemana. Naturalmente estas intenciones del enemigo de Alemania cayeron en las manos del ministro de propaganda alemán, Goebbels, y endureció la resistencia de la nación alemana para evitar la derrota. El Plan Morgenthau formó la base de discusiones entre el Presidente Roosevelt y el líder soviético Stalin que actuaba a través de su funcionario de enlace, el judío soviético Zabrousky, y también formaron la base del Acuerdo de Yalta.
9/12/2003
La Prensa Herética
PO Box 1004,
Pele, Yorkshire
HU3 2YT, Inglaterra.
Original en:
www.rense.com
Traducción:
Animalweb.cl
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