Martes, 09-09-08ABCBASILEA/MADRID. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, aplaudió ayer la decisión del Gobierno de Estados Unidos de acudir al rescate de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y pronosticó una desaceleración económica a nivel global.Durante la reunión de los bancos centrales de los países más industrializados del mundo (G-10) celebrada en Basilea, Trichet señaló que las medidas del Gobierno de EE.UU. sobre Fannie Mae y Freddie Mac son muy importantes, y «son bienvenidas en las circunstancias actuales».Por su parte, los bancos y las cajas españoles también consideran positivas las medidas adoptadas por el Gobierno estadounidense para acudir al rescate de Fannie Mae y Freddie Mac. En concreto, fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB) señalaron a Europa Press que esta iniciativa es «positiva» y «da la medida de la profundidad de la crisis del sistema hipotecario americano», y destacó "los esfuerzos que está haciendo el Gobierno estadounidense para atajarla y reconducirla».Asimismo, fuentes de las cajas de ahorros señalaron que ésta es «una buena iniciativa», y subrayaron que servirá para «poner orden en los mercados y devolver la confianza a quienes invirtieron en bonos inmobiliarios estadounidenses», algo que «contribuirá a devolver la confianza en el sistema financiero español».Fuentes financieras también precisaron que «es lógico» que el Gobierno estadounidense no deje que estas entidades hipotecarias quiebren, ya que son dos empresas privadas, pero «esponsorizadas» por el Gobierno.
EEUU tendrá el 80% de Freddie y Fannie, sin descartar su vuelta al sector privadoPublicado el 09/09/2008, por Gemma Martínez. Nueva York
El plan de rescate diseñado por el Departamento del Tesoro beneficiará a los propietarios de los títulos de renta fija emitidos por las dos entidades financieras, como la gestora Pimco o el Gobierno chino.
El Gobierno de Estados Unidos será el actor principal del mercado hipotecario del país tras la intervención de Freddie Mac y Fannie Mae, acordada el domingo por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, con el respaldo del presidente, George W.Bush, y del máximo responsable de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
El rescate, sin un horizonte temporal definido, otorga al Gobierno la posibilidad de adquirir hasta el 79,99% del capital, a través de la compra de acciones y de la adquisición de títulos de renta fija de las dos entidades. Si se ejecutan todas las medidas contempladas en el plan de Paulson, la Administración inyectará un máximo de 200.000 millones de dólares (140.000 millones de euros), repartidos a partes iguales entre las dos sociedades, que concentran alrededor del 46% de la cartera hipotecaria del país.
Nueva etapa
El plan, que también deja la gestión de las dos hipotecarias en manos de la Administración, contempla que la entrada en el capital se pueda materializar hasta 2009. Mientras dura la intervención (que técnicamente es una tutela legal), las acciones de Freddie Mac y Fannie Mae seguirán negociándose en las bolsas, pero los derechos políticos y económicos se suprimirán para la mayoría de los títulos, excepto los del propio Gobierno y las acciones preferentes. El dividendo de estas últimas quedará pendiente de pago.
Las dos entidades continuarán con el desarrollo de su actividad, la compra de hipotecas y su posterior titulización, aunque el rescate establece un tamaño máximo de 850.000 millones de dólares para la cartera hipotecaria a finales de 2009. A partir de ese momento, el importe tendrá que reducirse un 10% anual.
La Administración se ha comprometido a mantener la devolución de la deuda que tienen programada las dos sociedades. Así, el plan beneficiará a los titulares de los bonos de Freddie Mac y Fannie Mae, entre los que destacan la gestora Pimco y el Gobierno de China, que poseen deuda de las entidades por 500.000 millones y 340.000 millones, respectivamente.
Con este rescate, Paulson busca evitar la quiebra de estas dos sociedades hipotecarias, contribuir a estabilizar el mercado de la vivienda y evitar que se disparen los tipos de interés, como podría suceder si estas dos entidades dejan de comprar créditos a los bancos.
El Gobierno decidirá cuándo termina la intervención en función de la velocidad de recuperación del mercado hipotecario y tendrá que elegir entre que las dos entidades vuelvan a manos privadas tal y como están concebidas ahora o que sean divididas en varias sociedades de menor tamaño. Previsiblemente esta medida será adoptada por la nueva Administración que llegue a la Casa Blanca en enero después de las elecciones del próximo 4 de noviembre.
Los analistas respaldaron ayer el rescate como la opción menos mala, aunque mostraron sus dudas sobre su calendario y sobre su efectividad. Bradley Ball, de Citi, afirmó que la probabilidad de que las dos sociedades dejen la tutela legal y vuelvan al sector privado es "muy baja". Julio Quinteros, de Goldman Sachs, indicó que la intervención difícilmente contrarrestará "la caída de precios de la vivienda, un factor clave", que Paulson pretende combatir.
Sistema roto
David Rosemberg, de Merrill Lynch, se mostró más pesimista y advirtió que el rescate es "un testamento de hasta qué punto está roto el sistema financiero en este momento". Para Rosenberg, la solvencia todavía debe ser vigilada. En su opinión, la actuación del Gobierno es criticable. "Continúa reaccionando a los acontecimientos, porque ha sido incapaz de anticiparlos".
Los analistas rebajaron las recomendaciones sobre las acciones de Freddie y Fannie -de comprar a vender (Citi)- y los precios objetivos (Credit Suisse).
Desplome en bolsa y alerta por parte del Nyse
La intervención de Freddie Mac y Fannie Mae por parte del Departamento del Tesoro fue ultimada a lo largo del fin de semana y aprobada el domingo por la mañana, igual que sucedió con el rescate de Bear Stearns, adquirido por JPMorgan con fondos de la Reserva Federal estadounidense. Henry Paulson, secretario del Tesoro, comunicó sus medidas de emergencia antes de que abrieran los mercados asiáticos el lunes.
Su plan provocó que los títulos de las dos sociedades hipotecarias se desplomaran en Wall Street, llevando a la Bolsa de Nueva York (Nyse) a poner a las dos acciones en su lista de títulos bajo vigilancia. Ayer tanto Freddie Mac como Fannie Mae caían más de un 80% a media sesión y sus títulos se negociaban por debajo de un dólar.
Cuando esto sucede, el Nyse envía una carta a todas las compañías advirtiéndoles de que tienen seis meses para que el valor vuelva a superar el dólar. La capitalización bursátil de las dos sociedades hipotecarias se situaba a media sesion en 927 millones de dólares (Fannie Mae) y 549 millones de dólares (Freddie Mac)
No es descartable que la Bolsa de Nueva York pueda otorgar un periodo adicional de seis meses a las acciones de las dos entidades financieras intervenidas.
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