Nota Semanal N.º 13 del PTDI
(Partido de Trabajadores Democrático Independiente, partido en formación)
25 de abril de 2009
El jueves 23 de abril en la noche el titular de la Secretaría de Salud,
Córdoba Villalobos, reconoció la existencia de la epidemia de influenza
del virus AH1NI, 10 días después de que se conociera el primer caso. Un
nuevo y grave problema se cierne sobre el pueblo mexicano y la nación.
"La crisis sanitaria que se vive en México y en algunas regiones de
Estados Unidos –señala el periódico La Jornada– constituye en sí misma un
factor de riesgo para la economía nacional y mundial, vale la pena
recordar las estimaciones realizadas por el Banco Mundial en el sentido de
que una pandemia de influenza significaría la pérdida de unos tres
billones de dólares y redundaría en una caída cercana a 5%". Parece según
este análisis que lo central sería la perdida de 3 billones de dólares
(¿cuantos han desaparecido en la crisis actual?) y no la perdida de vidas
humanas. Hasta este momento van 100 muertes y más de 1600 personas
enfermas. Lo central está en que la extensión de esta epidemia en el país
y en el continente y más allá, puede causar una destrucción mucho mayor de
seres humanos y en primer lugar de gente pobre que está en las peores
condiciones materiales (de higiene, de resistencia física vista la
pobreza).
Los voceros del gobierno de Calderón presentan el problema como una
cuestión puramente natural e inevitable. Ha aparecido un virus "nuevo",
desconocido. Esa explicación es una verdad a medias es decir una mentira.
La actriz Ofelia Medina en su nota "Reflexiones" en el periódico La
Jornada del domingo 26 de abril denuncia que "millones de personas en
nuestro país están enfermas. Con pena les informo o les recuerdo que
mueren en México cada día más de 100 niños a causa de la desnutrición, de
tos o de diarrea, en el sexenio pasado la Secretaría de Salud reconoció 40
000 muertes infantiles anuales. Si reconocen 40 000, ¿cuántas serán?".
Sobre la muerte de miles de niños anualmente el régimen no dice una
palabra, no promueve un plan de emergencia, porque estas muertes son
"silenciosas", es decir, no le crean por ahora ningún problema político
nacional o internacional.
En 1994 el Sr. Salinas de Gortari nos decía que con el TLCAN (Tratado de
Libre Comercio de América del Norte) México entraría en el primer mundo.
15 años después, vemos cómo este Tratado que significa la entrega del país
a las grandes corporaciones imperialistas, ha traído el desmantelamiento
del campo y de la industria y con ello el desarrollo de la pobreza y la
desnutrición de sectores significativos del pueblo mexicano. En estas
condiciones de aumento de la pobreza ¿puede parecernos entonces extraño
que los virus tengan mejores condiciones para reproducirse y causar
estragos en la población?
A lo largo de los últimos 25 años todos los gobiernos del PRI y ahora del
PAN han dado al pago de la deuda pública (externa e interna...), deuda que
el pueblo no contrajo ni gozó, el renglón prioritario del presupuesto
nacional y han castigado entonces cada día más el presupuesto social. En
los últimos años hemos asistido al desmantelamiento paulatino del ISSSTE,
del IMSS, de la Secretaría de Salubridad (ahora llamada de la Salud),
instituciones en donde es frecuente el desabastecimiento de medicinas, y
el personal médico no es suficiente para atender a los miles y miles de
pacientes, en donde para recibir una consulta especializada hay que
esperar meses. ¿Es entonces extraño que el país esté expuesto a ver
aparecer este tipo de epidemias…?
En una nota del periódico El Universal (sábado 25 de abril), se denuncia
que "desde hace 3 años Birmex (laboratorios de Biológicos y Reactivos de
México), de participación estatal, sugirió a la Secretaría de Salud
comprarle a Sanofi Pasteur una planta farmacéutica con un valor de 244.4
millones de pesos (24.4 millones de dólares a la tasa de ese momento) para
producir la vacuna contra la influenza. La Secretaría de Hacienda decidió
no otorgar los fondos. La nota agrega que Birmex sólo tiene capacidad para
producir 8 millones de dosis al año, que no cubren la demanda actual ni
una extraordinaria de haber una pandemia.
Este gobierno en semanas anteriores ha entregado más de veinte mil
millones de dólares (a nombre de "salvar el peso") a los principales
bancos del país, bancos extranjeros. Ahora mismo la Secretaría de Hacienda
calcula que los requerimientos de dólares por parte del sector privado
(Coca Cola, Cemex, HSBC, Bimbo, Telmex…) para amortizar sus obligaciones
en este año pudieran ser de 27 700 millones de dólares. Es para salvar a
estas empresas, para lo que el Gobierno ha demandado al FMI, a la FED,
etc. nuevos préstamos por más de 70 000 millones de dólares, deuda que el
pueblo tendrá que pagar. ¿Entonces nos preguntamos si la crisis sanitaria
actual es un producto natural?
Más allá del desconcierto y miedo actual, el pueblo trabajador mexicano va
a sacar conclusiones y va a continuar desarrollando su resistencia a esta
política de destrucción que le impone un régimen totalmente entregado a
los intereses imperiales. "Forzoso, dice López Obrador y el movimiento en
defensa de Pemex, que la gente siga organizándose en todo el territorio".
Estamos totalmente de acuerdo con Obrador como estamos también de acuerdo
con la lucha de los sindicatos por un paro nacional, por una ley que
prohíba los despidos y decrete un aumento salarial de emergencia y por el
derecho a la contratación colectiva y a la organización sindical
independiente que hoy se busca destruir con la destrucción de los mineros
de Cananea.
Nosotros agregamos a la vez la necesidad de abrir una amplio diálogo
político sobre la necesidad de un partido de trabajadores, un partido
independiente que rompa con la política de pillaje que impone el
imperialismo sobre el país y defienda los más elementales derechos de la
clase trabajadora, un partido de clase que trabaje con una política de
frente único y que por lo tanto sea parte del Movimiento de resistencia en
defensa de Pemex y de la soberanía nacional
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