EFE
El Universal
Jerusalén Martes 16 de marzo de 2010
El Universal
Jerusalén Martes 16 de marzo de 2010
05:45
Seis personas resultaron hoy heridas en enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías israelíes en Jerusalén Este, que se han intensificado por numerosas zonas de la ciudad hasta llegar al paso de Kalandia, a la entrada de Ramala.
Fuentes palestinas informaron que en las últimas dos horas se han registrado disturbios dentro de la ciudad vieja de Jerusalén -controlada por la Policía israelí-, en dos de las puertas de las murallas, en el barrio de Ras El Amud, en el campo de refugiados de Shuafat y en las aldeas vecinas de Isawíe y Abu Dis.
Según fuentes palestinas e israelíes, al menos tres mujeres palestinas resultaron heridas por la policía israelí, y tres agentes israelíes sufrieron heridas leves tras ser apedreados.
Los disturbios estallan de forma intermitente y espontánea en distintos puntos y son sofocados por la policía israelí con gases lacrimógenos, granadas de estruendo y otros medios antidisturbios, informaron las fuentes.
En la mayoría de las manifestaciones toman parte pequeños grupos de hasta un centenar de palestinos, algunos enmascarados.
Más de doscientas personas participaron en una protesta pacífica que tuvo lugar frente a la Puerta de Damasco, en las murallas de Jerusalén, encabezada por el ex candidato presidencial palestino Mustafa Barguti y el diputado árabe-israelí Taleb A-Sana.
"Hemos venido aquí a decir que no cederemos, que esta es la capital del futuro Estado palestino", dijo Barguti, que instó a los manifestantes a no emplear medios violentos.
Esta protesta fue disuelta por la Policía después de que alguien lanzará una piedra a los agentes que vigilaban el acto, según pudo constatar la agencia Efe.
Palestinos e israelíes se enfrentan desde primera hora en una jornada que el movimiento islamista Hamás ha declarado como "Día de la ira" para protestar las "provocaciones" de Israel en la parte este de la ciudad.
Hasta el mediodía el punto más alejado al que llegaron las manifestaciones fue el paso de Kalandia, entre Ramala y Jerusalén y que la Policía israelí de Fronteras ha clausurado.
Asimismo, controla todos los accesos a la ciudad para impedir que palestinos de ciudadanía israelí residentes en Galilea lleguen a la ciudad para manifestarse.
La Policía israelí había reforzado al amanecer la seguridad en todos los barrios de Jerusalén Este en previsión de disturbios, después de que el gobierno de Hamás llamara desde Gaza a protestar la inauguración de una histórica sinagoga en el barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén.
Se trata de la Hurva ("Ruina", en hebreo), una sinagoga inaugurada anoche por todo lo alto después de ser reconstruida por tercera vez en los últimos 250 años.
Una antigua profecía relaciona su tercera inauguración con el período del Tercer Templo, lo que algunos grupos radicales judíos han aprovechado para reivindicar que se les permita subir a la Explanada de las mezquitas de Jerusalén, donde hace dos milenios estuvo el bíblico santuario.
Más de 3 mil policías israelíes participan en el despliegue de seguridad por toda la ciudad, donde desde hace cinco días Israel ha limitado el acceso a la Explanada de las Mezquitas y el Ministerio de Defensa decretado el cierre de los territorios palestinos.
La efervescencia en las calles de Jerusalén Este ya se había traducido en las últimas semanas en frecuentes enfrentamientos en relación con varias decisiones israelíes de construir en zonas ocupadas de la ciudad.
Fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) citadas por el diario israelí "Yediot Aharonot" informan que también sus fuerzas de seguridad están hoy en estado de alerta y han tomado posiciones por todos los núcleos urbanos de Cisjordania en previsión de que los disturbios se propaguen a ese territorio palestinos ocupado.
jfra
George Mitchell, enviado de Washington a Medio Oriente, canceló su viaje a la región después de que se anunciara la construcción de un nuevo asentamiento judío en Jerusalén
AP
El Universal
Jerusalén Martes 16 de marzo de 2010
04:40
La postergación de la visita del enviado de Estados Unidos al Medio Oriente pareció profundizar el martes uno de los enfrentamientos más graves en la historia de las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel señaló que su gobierno no tiene intenciones de frenar la controvertida construcción de asentamientos judíos, que están en el centro de la disputa.
Decenas de palestinos con los rostros cubiertos lanzaron piedras a los policías e incendiaron barricadas de llantas a lo largo del volátil sector oriental de la ciudad santa, en momentos en que el despliegue de miles de elementos de seguridad israelíes llegaban a su quinto día.
La crisis diplomática estalló la semana pasad a después que Israel anunció durante una visita del vicepresidente Joe Biden que construiría mil 600 apartamentos para judíos en el disputado sector este de Jerusalén, la región de la ciudad eterna que los palestinos reclaman como la sede de su futura capital.
El anuncio enfureció a los palestinos, que han jurado apartarse de las negociaciones de paz auspiciadas por Estados Unidos que deberían haber comenzado en los próximos días.
El gobierno del presidente Barack Obama, furioso por lo que consideró como conducta ''insultante'' de Israel, exigió que el gobierno israelí cancelara esos planes.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, dijo a Radio Israel que la demanda de detener la construcción de asentamientos para israelíes ''era carente de razón en cuanto a nosotros nos concierne'' y predijo que la disputa diplomática de Estados Unidos debería terminar, pues a ninguna de las partes le interesa agravarla.
Sin embargo, Washington notificó a Israel la mañana del martes que su enviado George Mitchell había cancelado su viaje y será reprogramado en una fecha no determinada, indicaron funcionarios de ambas partes.
jfra
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