Virtudes Prusianas

VIRTUDES PRUSIANAS (Brandenburgo-Prusia, Alemania):
Perfecta organización * Sacrificio * Imperio de la ley * Obediencia a la autoridad * Militarismo * Fiabilidad * Tolerancia religiosa * Sobriedad * Frugalidad * Pragmatismo * Puntualidad * Modestia * Diligencia

martes, 31 de marzo de 2009

¿ García Luna el pillo que atrapa pillos ? ¿ Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo?

SE LE CAE EL TEATRO A GARCÍA LUNA
Por Anabel Hernández
Reporte Indigo



Genaro García Luna volvió a escribir su propio guión. Manipulando información, manipulando medios, manipulando a la opinión pública. Pero su nuevo teatro se le cayó. Y es que el viernes pasado, 27 de marzo, cuando Reporte Indigo reveló sus nuevas propiedades, cuestionando el origen de los recursos para su nueva residencia, el secretario de Seguridad Pública intentó “fabricar” el secuestro de su familia. Al filo del mediodía, García Luna llamó a distintos noticieros de la radio para denunciar la presunta frustración de lo que se presumía era un atentado contra su familia. Nada fue cierto. Bastaron unos minutos para conocer la realidad. Los presuntos “secuestradores” eran dos reporteros de TVC , Televisión por Cable. Rosendo Alejandro Flores y Juan Lorenzo Jaime de la Torre sólo buscaban tomar imágenes de la residencia valuada en 20 millones de pesos y exhibida esa mañana por Reporte Indigo. Y a pesar de que los comunicadores y los directivos de TVC, en ejercicio de su libertad de expresión, acreditaron plenamente su identidad, fueron detenidos. Quince horas tardaron en liberarlos. De nuevo, el secretario de Seguridad invocó su calidad de “guionista” para recrear y fabricar noticias. Como en su tiempo lo hizo cuando capturó a Florence Cassez. Como ahora lo hace para hacer aparecer a dos reporteros como presuntos secuestradores, en medio de una conspiración en su contra. Conocida la verdad en la voz de Miguel Angel Camino, subdirector de Noticias de TVC, García Luna nada hizo para terminar de aclarar “el secuestro” que había denunciado esa mañana. Jamás existió. Lo que sí ocurrió fue un atentado a los derechos humanos, al libre tránsito y a la libertad de expresión al privar de la libertad, sin delito alguno, a dos comunicadores que buscaban cumplir su encomienda. De eso da fe Mauricio Farah, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ahora García Luna tiene una nueva encomienda. Intentar convencer de que la revelación de su domicilio es un peligro para la seguridad nacional. El crimen organizado lo puede usar en su contra. Si así lo fuera, habría que cambiar al presidente Felipe Calderón de Los Pinos. Todos saben dónde vive. O habría que mudar al presidente Barack Obama de la Casa Blanca. Hay demasiadas cámaras de turistas apuntando hacia el balcón central. En el fondo, lo único que busca el funcionario es distraer de la pregunta central. ¿Cómo justifica el origen de los recursos con los que está construyendo su nueva casa? Ésta es la historia de “el guionista”. La que sucedió el viernes después de la publicación de Reporte Indigo.



El secretario de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna tiene propiedades cuyo valor es superior a 27 millones de pesos, lo cual no corresponde a sus ingresos como servidor público ni a sus finanzas personales dadas a conocer por él mismo en sus declaraciones patrimoniales de 2007 y 2008. En una investigación exclusiva publicada el viernes pasado en su edición 124, Reporte Indigo reveló, con pruebas fotográficas y documentales, las diversas propiedades del funcionario responsable del combate al crimen organizado en el país. En particular, sus dos residencias en el lujoso fraccionamiento Jardines en la Montaña, ubicado en la Delegación Tlalpan, al sur de la Ciudad de México. Una localizada en la calle Montaña de Omoa número 17, donde vive desde febrero de 2007 y cuyo valor de compra fue de 7 millones de pesos. Y una residencia que construye desde diciembre pasado, en plena crisis económica, en la calle Monte Funiar número 21, cuyo valor asciende a por lo menos 20 millones de pesos. Además es dueño de otros inmuebles de menor valor en la Colonia Paseos del Sur, en la calle Paseo de los Cedros, de donde se mudó hace tres años, pero siguen siendo de su propiedad. El viernes por la mañana, la oficina de García Luna era una caldera. El titular de la SSP comenzó a regañar a todo el equipo que lo ayudó a tramitar la licencia de construcción de su nueva vivienda y a quienes tramitaron el registro de la propiedad para el pago del impuesto predial, que quedó a su nombre. Apenas el jueves había sido felicitado por el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont y por la propia Presidencia de la República por su evento con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. Lo menos que deseaba era que se hiciera del conocimiento público sus inexplicables bienes inmuebles. El mismo viernes 27, desde las nueve de la mañana, García Luna ordenó a elementos de la PFP montar guardia en sus propiedades para evitar la presencia de la prensa. Los movilizó a Jardines en la Montaña y Paseos del Sur. De las nueve de la mañana a nueve de la noche, cuatro elementos de la PFP montaron guardia en la residencia en construcción en Monte Funiar. Se quedaron vigilando a bordo de un vehículo Malibú, color champaña, con placas número 187WHD. En vez de aclarar el origen de su fortuna, el secretario de Seguridad Pública optó por enviar un mensaje de intimidación a todo aquel que se atreviera a investigar sus bienes. Cinco elementos de la Policía Federal Preventiva, tres uniformados y dos vestidos de civil, detuvieron el viernes por la mañana a dos periodistas de la empresa TC, Rosendo Alejandro Flores Hernández y Juan Lorenzo Jaime de la Torre. También al taxista que los transportaba, José Alberto Luna Sánchez. Los periodistas querían grabar imágenes de las propiedades del funcionario para difundirlas en sus noticieros. Pese a que ambos se identificaron inmediatamente como periodistas, fueron aprehendidos y subidos a una patrulla Mientras eso ocurría, la propia Secretaría de Seguridad Pública filtraba a algunos medios de comunicación que se acababa de frustrar un atentado contra la esposa y la hija del secretario. Se dijo que esto era consecuencia de haber dado a conocer la dirección de García Luna y que los culpables ya estaban a disposición de las autoridades. Por unas horas, García Luna pasó de ser un servidor público cuyo nivel de vida no corresponde a sus ingresos, a una “víctima” de la delincuencia organizada. Desde la SSP se pretendió generar una cortina de humo sobre la información revelada por Reporte Indigo y distraer la atención de la opinión pública del punto medular de la investigación: ¿de dónde sacó Genaro García Luna los recursos para adquirir esos bienes? Hasta la fecha, sigue sin dar una explicación puntual.

Ésta es la historia de un acto de intimidaciónde Estado.

Rosendo Alejandro Flores Hernández y Juan Lorenzo Jaime de la Torre recibieron de su jefe de información la instrucción de dar seguimiento a la investigación realizada por Reporte Indigo y llevar a cabo un reportaje sobre las propiedades del secretario de Seguridad Pública Federal. Leyeron el artículo publicado y sacaron de Internet los croquis de la Guía Roji para ubicar las colonias y las calles donde están las propiedades. A las 11:30 de la mañana se encontraban en la calle Paseo de los Cedros, en Paseos del Sur Xochimilco, donde el secretario de Seguridad Publica tiene propiedades. No es un fraccionamiento cerrado, un condominio o algo por el estilo, sino una colonia de libre acceso por la que cualquier persona puede circular sin restricción alguna. De acuerdo a la información recabada por Reporte Indigo, los periodistas se encontraban grabando aspectos de la calle cuando fueron abordados por cinco elementos de la Policía Federal Preventiva, tres uniformados y dos vestidos de civil, que llegaron a pie. Ahora se sabe que eran parte de la guardia enviada por el titular de la SSP, ya que en todas las ocasiones que Reporte Indigo fue al lugar, nunca se detectó presencia de la PFP. Y es lógico, ya que el funcionario tiene propiedades ahí, pero se mudó en 2007, cuando se fue a vivir a su residencia de 7 millones de pesos de Jardines en la Montaña. Los periodistas se identificaron, incluso llamaron a su redacción para que su jefe aclarara la situación con los policías. Aún así, fueron detenidos. Primero fueron llevados a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) ubicadas en el Monumento a la Revolución. Después los trasladaron a la Delegación Metropolitana, en la Colonia Camarones, de la Delegación Azcapotzalco, a donde llegaron a la 1:30 de la tarde. Ahí los periodistas y el taxista esperaron más de ocho horas para ser presentados ante el Ministerio Público, pero tampoco los dejaban salir del lugar. Los tuvieron dentro de una oficina atrás de la barandilla. Los policías tardaron ocho horas en hacer un parte informativo de apenas dos cuartillas. Sin que se conozca la razón de por qué la tardanza si los hechos a reportar eran tan sencillos de explicar. De acuerdo a la declaración rendida por los periodistas en la PGR, en ningún momento se percataron de la supuesta presencia de la esposa y la hija de García Luna, no las estaban grabando, según afirmaron. Jamás imaginaron que en el cumplimiento de su labor periodística se les acusara de ser delincuentes.

La cortina de humo

La detención de los periodistas ayudó a la Secretaría de Seguridad Pública a crear una cortina de humo en torno a los bienes de García Luna. Al filo de las 12 del día, aun sabiendo que los detenidos eran periodistas, comenzaron a filtrar la versión de que la PFP había logrado frustrar un atentado contra la familia del funcionario federal. Hubo portales de Internet que inflaron la nota señalando que un taxi iba siguiendo a la esposa y la hija de García Luna y en un sofisticado operativo fue detenido y en el iban dos personas con croquis del domicilio del secretario. Incluso se afirmó que el Cártel de Sinaloa estaba contratando sicarios en el Distrito Federal para asesinar a mandos policiales. Se afirmó que los croquis eran los mismos que hacía un año se habían encontrado a sicarios que querían poner una bomba en la Ciudad de México. La nota voló rápido. García Luna era víctima de la delincuencia. Toda esa información fue alimentada por la propia SSP. El sofisticado croquis no era otra cosa sino copias de la Guía Roji. Durante dos horas se mantuvo esa versión, hasta que el portal del diario Milenio subió la versión de la empresa TVC donde aclaraba que los detenidos no eran delincuentes, sino periodistas en el legal ejercicio de su profesión. “A nombre de TVC, TV por cable, desmentimos esta información, ya que las dos personas detenidas trabajan en este canal y realizaban una labor periodística dando seguimiento a un reportaje aparecido en Reporte Indigo...“Se trata de los camarógrafos Juan Lorenzo Jaime de la Torre y Alejandro Rosendo Flores Hernández... “Ambos reporteros se identificaron plenamente con los oficiales... a pesar de ello, nuestros compañeros fueron detenidos, incomunicados y trasladados a instalaciones federales, donde hasta el momento no hemos podido comunicarnos con ellos... “Por ello, TVC Noticias desmiente cualquier intento de agresión y aclaramos que se trataba de una cobertura periodística”, informó la empresa. En entrevista radiofónica con la periodista Denise Maerker, Miguel Angel Camino, subdirector de Noticias de TVC, afirmó que era injustificada e injusta la detención de sus colaboradores y que Lizeth Parra, la asesora de García Luna, le dijo a las dos de la tarde que en cuanto los periodistas se identificaran plenamente como trabajadores de TVC, los liberarían. Eso ocurrió 16 horas después, a las tres de la madrugada del sábado 28 de marzo, hasta que ya no había ni un solo periodista haciendo guardia en las oficinas de la PGR que los pudiera entrevistar. Maerker, quien había dado amplia difusión a la supuesta noticia del atentado frustrado contra la familia de García Luna, afirmó que la información sobre el atentado había salido de la propia SSP.

El guionista se equivocó de trama

En varias ocasiones, García Luna y su equipo han sido señalados por inventar historias en sus partes informativos. Un caso que recientemente volvió a levantar polémica fue el de la francesa Florence Cassez, a quien se presentó ante los medios en un supuesto operativo de rescate de secuestrados en una casa de seguridad en la que supuestamente ella estaba. Después, García Luna tuvo que reconocer que en realidad se trató de un montaje para los medios y que ella no fue detenida en la casa donde estaban los secuestrados sino en una carretera varias horas antes. En el caso de la detención de los periodistas, la trama tampoco coincide. Cuando la televisora salió a desmentir el supuesto atentado, García Luna salió a dar una endeble justificación pública de la detención de los periodistas. En el noticiero de radio de Joquín López Dóriga dio a conocer un hecho que hasta ahora había mantenido oculto. Afirmó que su familia había sufrido un intento de secuestro en mayo pasado en el cual casualmente también había participado un taxi. Dijo que había detenidos, pero nunca dijo sus nombres ni la averiguación previa abierta. Afirmó que los periodistas estaban grabando a su familia afuera de su casa y que por eso cundió la alarma. Fuentes directamente cercanas a los hechos afirman que ni la esposa ni la hija se encontraban en el lugar y que los periodistas no las grabaron. Cabe señalar de nueva cuenta que la familia de García Luna no vive desde hace tres años en Paseo de los Cedros, en la colonia Paseos del Sur, sino en Jardines en la Montaña, a muchos kilómetros de distancia. Los cinco elementos que los detuvieron de manera sospechosa tardaron ocho horas en rendir su parte informativo para ponerlos a disposición del MP. En él se supone que dijeron que la esposa y la hija de García Luna habían sido grabadas, confirmando la versión de su jefe. Si se comprueba que no es así, habrían incurrido en falsedad de declaraciones, tanto García Luna como los elementos de la PFP bajo su mando. En la Delegación Metropolitana de la PGR había un ambiente de tensión. Mientras la SSP presionaba para que siguieran detenidos, funcionarios de la Procuraduría señalaban en corto que era una arbitrariedad, que no había ni un solo elemento. Al interior de las oficinas se hablaba de un asunto por “consigna”. Se les abrió la averiguación previa PGR/CDDF/SSC/AM/09-III. Y de acuerdo a la información obtenida por Reporte Indigo se les acusa de haber violado el Artículo 32, fracción segunda, de la Ley de Imprenta, que se refiere al derecho a la intimidad. De acuerdo a las fuentes consultadas, dicho artículo no puede ser aplicado en el trabajo que estaban realizado los periodistas, ya que se trataba más bien de ejercer la libertad de expresión y el derecho a la información, como lo hizo Reporte Indigo al publicar la investigación que fue origen de la reacción de intolerancia del secretario de Seguridad Pública Federal. El MP les quitó la cámara a los dos periodistas para hacer pruebas periciales, y finalmente se determinó dejarlos libres con las reservas de ley porque en las imágenes grabadas no se encontró ninguna irregularidad. Jurídicamente eso significa que no se encontró ningún elemento para fincarles alguna responsabilidad, lo que confirma la detención arbitraria y la intimidación A las 2:45 de la madrugada del sábado 28 de marzo, los periodistas y el taxista fueron liberados. Con ese acto de escarmiento, García Luna pretende evitar sujetarse a la transparencia y rendición de cuentas a las que están obligados todos los servidores públicos. Su actitud, en vez de aclarar el origen de su patrimonio, sólo genera más dudas. Al cierre de esta edición, García Luna no ha explicado de dónde viene su fortuna. Por ley, la Secretaría de la Función Pública debe dar seguimiento a la situación patrimonial del secretario de Seguridad
Pública y tiene la facultad de hacer una auditoría. La Ley Federal de Servidores Públicos vigente señala que los funcionarios públicos están obligados a presentar con “continuidad y veracidad” sus declaraciones patrimoniales.

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