Nuevamente tomando contenidos del blog de - diré mi amigo o compañero - Jaume Farrerons, a quien envío un saludo. Son esos valores mancillados y extintos, desparecidos de lo más interno de la persona contemporanea y del conjunto de ellas, los valores de Prusia y Alemania por extensión o para el caso de otras sociedades elevadas y formadas en sacrificio, lealtad, órden, de los que ahora prácticamente todos los bufones "ciudadanos" se mofan al no poder entender nada de ellos al estar esclavizados y miopes tras su adoctrinamiento anglosajón-judío, materialista, egoísta, corto y ridículo, los valores que justamente ridiculizados producto del temor que generan, temor al compromiso y honor y valentía que demanda hacerlos propios los que podrian empujar fuera del fango a nueztra civilización actual y ni qué decir de un caso tan funesto como lo es el México actual.
http://nacional-revolucionario.blogspot.com/2010/10/el-destino-de-los-mortales.html
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Pero Prusia se alzaba ahí majestuosa como realidad histórica objetivada. No estamos hablando de una raza, sino de unos valores institucionalizados, algo que Hegel identifica en su magna obra como "espíritu objetivo". Y la mayoría de los soldados alemanes -sobretodo los oficiales prusianos, el Offizierkorps- actuaban de una determinada manera porque tales pautas de conducta formaban parte de lo más íntimo de sus vidas en todas las esferas de actividad. Incluso el más feroz antiautoritario, el anarquista Bakunin, tiene que reconocerlo en su obra "Estatismo y anarquía" (1873):
"los alemanes son un pueblo serio y trabajador, tienen educación, son ordenados, exactos, económicos, lo que no les impide, cuando es necesario, y sobre todo cuando son los superiores los que lo exigen, luchar excelentemente. Lo han probado las últimas guerras. Además, su organización militar y administrativa ha sido llevada al último grado de perfección, un grado que ningún otro pueblo podrá nunca alcanzar (p. 80) (...) los oficiales alemanes sobrepasan a todos los oficiales del mundo por la profundidad y la amplitud de los conocimientos, por los conocimientos teóricos y prácticos de la ciencia militar, por la abnegación ardiente a toda prueba y completamente pedante en la profesión militar, por la regularidad, la puntualidad, la maestría, la paciencia obstinada y también una honestidad relativa" (p. 113)
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