Virtudes Prusianas

VIRTUDES PRUSIANAS (Brandenburgo-Prusia, Alemania):
Perfecta organización * Sacrificio * Imperio de la ley * Obediencia a la autoridad * Militarismo * Fiabilidad * Tolerancia religiosa * Sobriedad * Frugalidad * Pragmatismo * Puntualidad * Modestia * Diligencia

lunes, 28 de febrero de 2011

Canadiense arrestado en Alemania por hacer saludo hitleriano frente al Reichstag en Berlín

Canadian arrested for making Hitler salute in front of Reichstag - The Local


Como me da risa tanto acto aleman, pretenden hacer justicia imponiendo leyes abusrdas y tan fascistas como las que pretenden olvidar o evitar. "Somos libres no saludes así", jejeje.

No solo en el mundo islámico hay protestas: China no está ajena.

Chinese police detain German journalists covering protests | World | Deutsche Welle | 27.02.2011

Se reportan varios reporteros detenidos y una nueva directriz respecto a donde y como filmar o reportar.
Manifestaciones en Shangai y Pekin han tenido lugar las dos últimas semanas, manifestantes piden más apertura del gobierno.

domingo, 27 de febrero de 2011

Adelante, el plan de intervención de EU en México (Revista Contralínea)


EU impondrá a México una "fuerza de tarea" en territorio nacional

Autor: Zósimo Camacho

 
27 Febrero 2011
 

Adelante, el plan de intervención militar de Estados Unidos en México. Durante la más reciente visita de Hillary Clinton a este país, la delegación estadunidense impuso al gobierno de Calderón más elementos de sus agencias de inteligencia y del Pentágono en territorio nacional; además, una "fuerza de tarea" de efectivos estadunidenses que "ayudará" en las zonas más conflictivas, revelan generales y coroneles en activo del Ejército Mexicano. Uno de los militares, quien ocupa un alto cargo en la Secretaría de la Defensa Nacional, asegura que México vive ya una "ocupación" llevada a cabo por los organismos de inteligencia de Estados Unidos. Lo que sigue es la intervención militar disfrazada de operativos binacionales



Coches bomba en ciudades mexicanas y declaraciones e "informes" en los que se afirma que el narcotráfico atenta contra la seguridad de todo el continente precedieron la más reciente visita de Hillary Clinton a México.

Vino a imponerle al gobierno de Felipe Calderón más agentes de inteligencia y una "fuerza de tarea" compuesta por efectivos estadunidenses, a decir de un grupo de generales y coroneles en activo del Ejército Mexicano, quienes solicitan "por el momento" que sus nombres no sean revelados por temor a represalias al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Luego de la visita, las declaraciones de funcionarios estadunidenses acerca de la "peligrosidad" del narcotráfico se multiplicaron y se advirtió que tropas de Estados Unidos podrían cruzar la frontera. El punto más álgido de las demandas ocurrió después del ataque a dos elementos de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en San Luis Potosí. Uno murió.

Un general de división en activo, que actualmente ocupa un alto cargo en la Sedena, señala que muchos de los actos violentos en territorio nacional son inducidos para que la sociedad mexicana acepte la intervención. La propia Sección Segunda del Ejército, encargada de inteligencia militar, habría encontrado indicios de que la CIA realiza actividades de desestabilización en el país.

Las presiones de la delegación que visitó México el 24 de enero pasado –y que estuvo encabezada por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton– fueron tan intensas que obligaron a Felipe Calderón a abrir un espacio en su agenda. Los funcionarios estadunidenses sólo se reunirían con la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; pero el mismo día de la visita se anunció que Clinton y su comitiva también serían recibidas en Los Pinos.


"México no puede", el pretexto

Clinton fue precedida por una serie de declaraciones de funcionarios estadunidenses en las que cuestionaban la solvencia de las instituciones mexicanas para enfrentar la "amenaza" del narcotráfico. El 12 de enero, el presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, almirante Michael G Mullen, había externado su "enorme preocupación" por la capacidad de violencia de los cárteles mexicanos de la droga. En conferencia con la prensa extranjera acreditada en Washington, había dicho que "la severidad del problema" del narcotráfico se mide, "de manera trágica y triste", por las miles de vidas que se han perdido (en México) en años recientes", y que suman más de 35 mil.

El principal asesor del presidente de Estados Unidos en materia de seguridad nacional entonces destacó que el gobierno de Barack Obama está interesado en seguir ayudando a la administración de Felipe Calderón. "Queremos hacer todo lo que podamos, reconociendo, tristemente, que esto va a tomar tiempo".

Incluso, Mullen habló de lo que hasta ahora ha sido la participación de Estados Unidos en la "guerra" contra el narcotráfico: "Por el lado militar, nosotros hemos estado involucrados principalmente en entrenar y dar apoyo. Hay aspectos de esta guerra contra las drogas que son muy similares al tipo de cosas que hemos visto en guerras en las que hemos estado involucrados".

Una semana después, el 21 de enero, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, declaró, sin ambages, que los cárteles del narcotráfico de México son una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. En conferencia de prensa, señaló: "No creo que el tema sea si la estabilidad de nuestra sociedad está en riesgo, pero ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional".

Además, describió a las bandas del narcotráfico como fuerzas que pueden desafiar a los Estados: "Estas organizaciones criminales internacionales poseen bienes, armas y personas que pueden ser un reto para cualquier fuerza de seguridad".

A tres días de la llegada de Clinton a México, el Departamento de Estado mandó un mensaje claro: en la "guerra" que se libra en territorio mexicano, podrán participar otras naciones: "El nivel de violencia que han traído a México y otros sitios (los cárteles de la droga) es un reto que no es exclusivo para México y Estados Unidos. Ciertamente, debe ser parte de un diálogo de seguridad nacional".

La pinza se cerró un día después: un coche bomba estalló en Tula, Hidalgo. En el lugar, murió el comandante del Grupo Tula de la Coordinación de Investigación de Hidalgo, Víctor Manuel Peña Pérez; quedaron destrozados completamente el carro que contenía el explosivo y un Jetta blanco en el que viajaban los policías. El clima previo a la llegada de Hillary Clinton parecía corroborar las declaraciones de los funcionarios estadunidenses.


La visita

Durante su visita, Clinton aseveró públicamente que México no tiene otra alternativa que seguir con la estrategia de Calderón. Lanzó elogios al "liderazgo" del presidente mexicano y dijo que las Fuerzas Armadas de este país han avanzado en el respeto a los derechos humanos.

Pero no dijo a lo que realmente vino, explican los militares y coroneles que buscaron a Contralínea desde mediados del año pasado para externar el malestar que existe entre un sector del Ejército Mexicano por lo que consideran una sumisión total del gobierno de Felipe Calderón a los intereses de Estados Unidos.

"Clinton vino a imponer más agentes de sus agencias que ya están funcionando en México", es decir, la ICE, la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) y el Pentágono. "Pero también vino a imponer una 'fuerza de tarea' compuesta por efectivos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que van a realizar operativos en territorio mexicano".

A decir del grupo de militares, la "fuerza de tarea" estadunidense trabajaría de manera "conjunta" con las Fuerzas Armadas mexicanas y se desplazarían, como primer objetivo, por las ciudades fronterizas. Luego del "éxito" que obtendrían, se utilizarían en las "zonas más conflictivas" de México.


Estela de declaraciones… y violencia

Dejó Clinton el país, pero el discurso de que México sucumbirá al narcotráfico si no es "ayudado" por Estados Unidos se intensificó. El 27 de enero, el Congreso estadunidense publicó un informe en el que señala que su vecino del Sur se encuentra inmerso en una "crisis de seguridad sin precedentes", que es posible que sea vencido por lo que llamó "terrorismo doméstico" y que el crimen organizado le disputa a las autoridades el monopolio del uso de la fuerza y de la ley. El informe, elaborado por el Congressional Research Service, también criticó la corrupción generalizada en las instituciones mexicanas.

Pero el 8 de febrero un funcionario de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos dijo abiertamente que tropas de ese país podrían cruzar la frontera con México. Joseph Westphal, subsecretario del Ejército estadunidense, advirtió sobre la posibilidad de que soldados estadunidenses fueran a combatir la "insurgencia" de los cárteles de la droga "sobre nuestra frontera o de tener que enviarlos a cruzar esa frontera".

Horas más tarde, el funcionario trató de corregir sus declaraciones. Pero el mensaje se había dado. El servidor público estadunidense había dicho también que el narcotráfico podría instalarse en el poder en México si Estados Unidos no hacía algo para impedirlo.

Las presiones sobre México continuaron. Un día después, Janet Napolitano vinculó a Los Zetas con la organización terrorista Al Qaeda. La secretaria del Interior del gobierno de Barack Obama declaró, en una audiencia del Congreso estadunidense, que el grupo que encabeza Osama bin Laden podría usar las redes de los narcotraficantes mexicanos para atacar Estados Unidos. Luego dijo que no hablaría más del tema en una audiencia abierta y que podría hacerlo sólo en sesiones a puerta cerrada.

El 10 de febrero, fue el turno del jefe de la Inteligencia de Estados Unidos, James Clapper. Señaló que la violencia que se produce en México atenta de tal manera contra la seguridad de Estados Unidos que "recientemente hemos elevado todo este tema a la categoría uno, la cual es la más alta".

Clapper dio al traste con los argumentos de quienes veían imposible una intervención militar en México porque Estados Unidos tenía "otras prioridades".



Clapper definitivamente descartó que las fuerzas mexicanas puedan controlar el problema del narcotráfico. "Las capacidades militares y policiales [de México] en conjunto permanecen inadecuadas para romper las organizaciones traficantes y contener la violencia criminal", dijo.

Las presiones públicas y privadas que el gobierno de Estados Unidos ejerce sobre el gobierno de Calderón se han agudizado con el ataque del 15 de febrero a dos "agentes especiales" de la ICE en San Luis Potosí. El policía Jaime Zapata murió. Su compañero Víctor Ávila fue gravemente herido.

La posición oficial de Estados Unidos ante el hecho no se hizo esperar. Janet Napolitano advirtió: "Que no quede duda, cualquier acto de violencia contra el personal de la ICE o de cualquier miembro del Departamento de Seguridad Interna es un ataque contra todos aquéllos que sirven a nuestra nación y ponen en riesgo su vida por nuestra seguridad. La totalidad de los recursos de nuestro departamento está a disposición de nuestros socios mexicanos en esta investigación. Nos mantenemos comprometidos a dar el más amplio apoyo a los esfuerzos de México por combatir la violencia dentro de sus fronteras".

Un día después, agentes de la FBI ya estaban en San Luis Potosí investigando los hechos. De acuerdo con una nota de María Guadalupe González, publicada en el diario La Jornada el 17 de febrero pasado, a la entidad llegaron funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Seguridad Pública federal y la Procuraduría General de la República, "así como un grupo de tarea comandado por la FBI".

Incluso, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió que su gobierno atraparía a los culpables. El día 16 se comunicó con la familia del agente asesinado para expresarle sus condolencias; pero también les garantizó que su gobierno llevará ante la justicia a los responsables, de acuerdo con Nick Shapiro, vocero de la Casa Blanca.

Los militares reafirman lo declarado a Contralínea el año pasado, publicado en la edición 209 del 21 de noviembre de 2010: existe un plan injerencista llevado a cabo por Estados Unidos y al que se ha sometido el gobierno de Felipe Calderón. Gran parte de la violencia es provocada para que las instituciones castrenses y la sociedad mexicana acepten no sólo que agentes estadunidenses trabajen en México, sino que, incluso, efectivos militares ingresen a "combatir" a los cárteles de la droga.

El grupo de militares y coroneles, entre los que se encuentran algunos adscritos a la Sección Segunda del Ejército (inteligencia), señala que punto por punto se ha cumplido ese plan ante la pasividad de las autoridades mexicanas. Señala que la violencia inducida puede incrementarse para que el país esté en la situación de aceptar la "ayuda" venga de donde venga.


No se permitirá el ingreso de tropas de Estados Unidos: militares retirados

"Puede suceder algo desastroso para nuestro país: la penetración de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos so pretexto de combatir el narcotráfico", dice a voz en cuello un general de división en retiro desde el Campo Marte, en la ciudad de México. Un público de alrededor de 50 personas, entre las que se encuentran otros 10 generales y cinco coroneles retirados, lo escucha.

Advierte que de ocurrir la entrada de tropas estadunidenses en el país, "grandes contingentes de todos los niveles de la Armada de México no cooperarán con los invasores. Y grandes contingentes del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, desde soldados hasta generales de división, se opondrán abiertamente a los invasores con el apoyo de millones de mexicanos de todo el país".

Se trata del general de división diplomado del Estado Mayor, en retiro, Roberto Badillo Martínez. La presentación de su libro El complejo militar industrial de los Estados Unidos, en el Club Hípico del Campo Marte, termina en arenga:

"Si la invasión llegara a ocurrir, el actual gobierno que le abrió las puertas a los estadunidenses será repudiado por el pueblo de México". Luego de los aplausos, y durante la firma de libros, otro general que acude con sus tres estrellas le susurra: "A ver si ya se nos va quitando a los demás ese silencio que tenemos; hasta parece miedo; pero sabes que estamos de acuerdo".

Exdiputado por el Partido Revolucionario Institucional, el general Roberto Badillo asegura que "existe un plan estadunidense para desestabilizar México; se fraguó en Cuernavaca, Morelos, luego de las elecciones. Estuvieron estadunidenses y el calderonismo. Ahí se decidió sacar a las Fuerzas Armadas de México a las calles".

Roberto Badillo señala que se está ante una "debacle de la nación". Dice que el trabajo de los estadunidenses es dividir a las Fuerzas Armadas; por ello las deferencias que tienen con la Marina Armada de México en detrimento del Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea. "Y aquí se acepta eso por torpezas al más alto nivel. Se acepta esto porque los civiles que gobiernan aceptan de Estados Unidos lo que sea con tal de que conservar sus cargos".

Por su parte, el general brigadier Samuel Lara Villa, presidente de la Federación de Militares Retirados, AC, Francisco J Múgica, señala que Estados Unidos siempre ha buscado intervenir en México. "Y lo ha hecho de varias maneras; pero ahora, con un gobierno tan débil como el de Calderón, ve que tiene una coyuntura inmejorable; y parece que ahora ha tomado una acción definitiva".

Considera que la guerra contra el narcotráfico fue instrumentada por Estados Unidos. "El narco es un invento. El narco está dirigido. Dicen los estadunidenses que están espantados por el nivel que los grupos de narcotraficantes han adquirido. Pero ellos los arman y les compran las drogas".

Por ello, el general brigadier en retiro le demanda al secretario de la Defensa Nacional que haga pública su posición ante la "injerencia" estadunidense. "El secretario ha guardado silencio. Debía de decir, por ejemplo, si en un principio se había negado a mandar tropa a entrenar a Estados Unidos o Colombia. Después, aclarar si en verdad había aceptado mandarlas. Los militares, por complicidad, no dicen nada acerca de la intervención. Existe una subordinación absoluta a los dictados de Estados Unidos. Las fuerzas militares están plegadas a la actitud entreguista de este gobierno", lamenta.

El general brigadier y doctor en administración pública José Francisco Gallardo explica el tipo de intervención que Estados Unidos estaría diseñando para México:

"Se trata de una bien planeada operación para entrometerse en asuntos internos de México. No puede haber invasión porque hay más de 20 millones de mexicanos en Estados Unidos y ambos países comparten 3 mil kilómetros de frontera. Lo que sí hay es una anexión, una intervención a través de las propias fuerzas de seguridad y una subordinación de los asuntos de defensa nacional a los intereses de Estados Unidos. Todo se ha realizado por medio de un sistema de adiestramiento y capacitación que reciben las Fuerzas Armadas de México por parte de las de Estados Unidos."

Destaca que, históricamente, el Ejército Mexicano se resistió a colaborar con las fuerzas armadas de Estados Unidos. "Era el último bastión del nacionalismo en la administración pública", hasta la firma del tratado de Libre Comercio, la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, la Iniciativa Mérida, y el inicio de las maniobras conjuntas, la creación del estadunidense Comando Norte, y la reactivación de la Cuarta Flota Naval de Estados Unidos. Ahí quedaron entrampadas y sometidas las Fuerzas Armadas.

"Y cuando eso empezó a suceder, ni el Centro de Investigación y Seguridad Nacional ni el Estado Mayor Presidencial, ni el Estado Mayor de la Sedena (secciones Segunda y Quinta) ni inteligencia naval advirtieron lo que ocurriría… O no sabemos si lo advirtieron y no se tomaron las decisiones."


Estados Unidos tiene que hacer, pero en su propio territorio: diputados


El presidente de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, Gustavo González Hernández, dice no contar con evidencias de que Estados Unidos esté aprovechando la "guerra" contra el narcotráfico para intervenir de manera directa en la seguridad de México.

"Si está pasando, malo", señala el diputado. Pero reconoce que el gobierno mexicano "ha sido un poco débil en las gestiones diplomáticas". Explica que el gobierno de Calderón debe exigir a Estados Unidos que frene el consumo de drogas y el tráfico de armas. "Estoy convencido de que este problema no se va a resolver sólo por la lucha que dé México contra los cárteles en el territorio, aunque le eche todas las ganas", considera.

"Si nada más los enfrentamos a balazos y nunca volvemos a ver a Estados Unidos para decirle 'oye, espérate, ya haz algo para reducir el consumo', nunca vamos a salir del problema."

El priista Rogelio Cerda, secretario de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional e integrante de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, dice que sí hay una violencia inducida; ataja que no sabe de dónde viene ni qué intereses tiene.

"¿Quién está estimulando perversamente esto y con qué fines? ¿Cuál es el objetivo último de estos hechos violentos inducidos? Lo dejo como una interrogante que me gustaría que alguien pudiera contestarla. Lo que sí puedo decir es que este país está en pie gracias a los militares mexicanos."

El legislador sí advierte malestar entre los militares, "porque nuestro Ejército es muy distinto a los de todo el continente; es el mejor de América Latina; nació y se desarrolló bajo los principios de la Doctrina Estrada: respeto a la autonomía de los pueblos y el principio de no intervención, algo que ya se ha abandonado en el gobierno federal".

Explica que las críticas del gobierno de Estados Unidos al Ejército Mexicano –reveladas por Wikileaks en enero pasado– tienen como origen las reticencias de los militares mexicanos a ponerse bajo las órdenes del Pentágono.

"Los estadunidenses quieren tener una misma relación entre las Fuerzas Armadas de los dos países como la que tienen las autoridades administrativas de las dos naciones. Pues no se puede. Son visiones, filosofía, sentido de pertenencia y de respeto por la República totalmente distintas."

Rechaza que, a pesar de las diferencias de los militares con los civiles, ocurra algún tipo de desacato o rebelión al interior de las Fuerzas Armadas de México.

"El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea tienen un nivel de amor muy distinto al que tenemos los civiles por la patria; no tengo ninguna duda de que van a seguir trabajando como hasta hoy: defendiendo a las instituciones del país. No más allá de eso."


EU no intervendrá en México: Eric L Olson

No veo una intervención contra México, explica Eric L Olson, asesor para la Iniciativa de Seguridad en el Instituto México, del Centro Internacional Woodrow Wilson en Washington, DC. El especialista desestima la posibilidad de una intervención armada de Estados Unidos contra México ante las expresiones cada vez más contundentes de la delincuencia organizada en la forma del narcotráfico.

Subraya que "a Estados Unidos le queda muy claro que eso no es posible, a pesar de las muchas preocupaciones que existen en cuanto a la situación en México y de que entendemos que lo que pasa en este país nos afecta a nosotros".

Asegura que el tipo de intervención "que hay en otros países no es posible en el caso mexicano", por lo que propone buscar otros mecanismos, como el diplomático o asistencial, para contribuir a mejorar los vínculos bilaterales.

Olson agrega que entre tales opciones, estaría el despliegue de fuerzas en la frontera que, afirma, todos saben que no se va a lograr porque no soluciona el problema, pero que sí están en el discurso de algunos congresistas estadunidenses.

Antes de unirse al Centro Woodrow Wilson, Olson fue especialista en el Departamento para Promover la Gobernanza en la Organización de Estados Americanos (2006-2007). Reconoce que, "lamentablemente, en algunos casos se buscan soluciones muy populistas". Aun así, no ve como opción que el gobierno estadunidense decida "intervenir para imponerse al Estado mexicano".

"Vamos a ser claros: el presidente Felipe Calderón fue al Congreso de Estados Unidos, y fue a presionar. Yo estuve presente. Me consta que él presionó a Estados Unidos". (Nydia Egremy)

Estados Unidos instrumentó un plan para generar violencia y desestabilización en México; participa la CIA: generales y coroneles del Ejército Mexicano

"Gran parte de la violencia es inducida; el objetivo, que la sociedad mexicana acepte la 'ayuda' venga de donde venga"

Grandes contingentes del Ejército Mexicano y millones de mexicanos se opondrán a una intervención: general en retiro Roberto Badillo




 

viernes, 18 de febrero de 2011

Lipstikka la película incómoda israelí se estrena en Berlín.

Un film incómodo de israelíes criticando israelíes, incomodo sin duda pues comete el "sacrilegio" de comparar la inhumana ocupación de Palestina por parte de los israelíes con el holocausto judío en la segunda guerra mundial.
De seguro a est apelícula los organismos mitoteros, de propaganda y discriminación pasiva judíos incluyendo sus museítos como el de la tolerancia no harán la menor mención de esta película, no es de extrañar.

http://www.spiegel.de/international/zeitgeist/0,1518,746451,00.html

[climate justice now!] The Revolution Was Televised


February 16, 2011

Shy U.S. Intellectual Created Playbook Used in a Revolution

By SHERYL GAY STOLBERG

BOSTON — Halfway around the world from Tahrir Square in Cairo, an aging American intellectual shuffles about his cluttered brick row house in a working-class neighborhood here. His name is Gene Sharp. Stoop-shouldered and white-haired at 83, he grows orchids, has yet to master the Internet and hardly seems like a dangerous man.

But for the world's despots, his ideas can be fatal.

Few Americans have heard of Mr. Sharp. But for decades, his practical writings on nonviolent revolution — most notably "From Dictatorship to Democracy," a 93-page guide to toppling autocrats, available for download in 24 languages — have inspired dissidents around the world, including in Burma, Bosnia, Estonia and Zimbabwe, and now Tunisia and Egypt.

When Egypt's April 6 Youth Movement was struggling to recover from a failed effort in 2005, its leaders tossed around "crazy ideas" about bringing down the government, said Ahmed Maher, a leading strategist. They stumbled on Mr. Sharp while examining the Serbian movement Otpor, which he had influenced.

When the nonpartisan International Center on Nonviolent Conflict, which trains democracy activists, slipped into Cairo several years ago to conduct a workshop, among the papers it distributed was Mr. Sharp's "198 Methods of Nonviolent Action," a list of tactics that range from hunger strikes to "protest disrobing" to "disclosing identities of secret agents."

Dalia Ziada, an Egyptian blogger and activist who attended the workshop and later organized similar sessions on her own, said trainees were active in both the Tunisia and Egypt revolts. She said that some activists translated excerpts of Mr. Sharp's work into Arabic, and that his message of "attacking weaknesses of dictators" stuck with them.

Peter Ackerman, a onetime student of Mr. Sharp who founded the nonviolence center and ran the Cairo workshop, cites his former mentor as proof that "ideas have power."

Mr. Sharp, hard-nosed yet exceedingly shy, is careful not to take credit. He is more thinker than revolutionary, though as a young man he participated in lunch-counter sit-ins and spent nine months in a federal prison in Danbury, Conn., as a conscientious objector during the Korean War. He has had no contact with the Egyptian protesters, he said, although he recently learned that the Muslim Brotherhood had "From Dictatorship to Democracy" posted on its Web site.

While seeing the revolution that ousted Hosni Mubarak as a sign of "encouragement," Mr. Sharp said, "The people of Egypt did that — not me."

He has been watching events in Cairo unfold on CNN from his modest house in East Boston, which he bought in 1968 for $150 plus back taxes.

It doubles as the headquarters of the Albert Einstein Institution, an organization Mr. Sharp founded in 1983 while running seminars at Harvard and teaching political science at what is now the University of Massachusetts at Dartmouth. It consists of him; his assistant, Jamila Raquib, whose family fled Soviet oppression in Afghanistan when she was 5; a part-time office manager and a Golden Retriever mix named Sally. Their office wall sports a bumper sticker that reads "Gotov Je!" — Serbian for "He is finished!"

In this era of Twitter revolutionaries, the Internet holds little allure for Mr. Sharp. He is not on Facebook and does not venture onto the Einstein Web site. ("I should," he said apologetically.) If he must send e-mail, he consults a handwritten note Ms. Raquib has taped to the doorjamb near his state-of-the-art Macintosh computer in a study overflowing with books and papers. "To open a blank e-mail," it reads, "click once on icon that says 'new' at top of window."

Some people suspect Mr. Sharp of being a closet peacenik and a lefty — in the 1950s, he wrote for a publication called "Peace News" and he once worked as personal secretary to A. J. Muste, a noted labor union activist and pacifist — but he insists that he outgrew his own early pacifism and describes himself as "trans-partisan."

Based on studies of revolutionaries like Gandhi, nonviolent uprisings, civil rights struggles, economic boycotts and the like, he has concluded that advancing freedom takes careful strategy and meticulous planning, advice that Ms. Ziada said resonated among youth leaders in Egypt. Peaceful protest is best, he says — not for any moral reason, but because violence provokes autocrats to crack down. "If you fight with violence," Mr. Sharp said, "you are fighting with your enemy's best weapon, and you may be a brave but dead hero."

Autocrats abhor Mr. Sharp. In 2007, President Hugo Chávez of Venezuela denounced him, and officials in Myanmar, according to diplomatic cables obtained by the anti-secrecy group WikiLeaks, accused him of being part of a conspiracy to set off demonstrations intended "to bring down the government." (A year earlier, a cable from the United States Embassy in Damascus noted that Syrian dissidents had trained in nonviolence by reading Mr. Sharp's writings.)

In 2008, Iran featured Mr. Sharp, along with Senator John McCain of Arizona and the Democratic financier George Soros, in an animated propaganda video that accused Mr. Sharp of being the C.I.A. agent "in charge of America's infiltration into other countries," an assertion his fellow scholars find ludicrous.

"He is generally considered the father of the whole field of the study of strategic nonviolent action," said Stephen Zunes, an expert in that field at the University of San Francisco. "Some of these exaggerated stories of him going around the world and starting revolutions and leading mobs, what a joke. He's much more into doing the research and the theoretical work than he is in disseminating it."

That is not to say Mr. Sharp has not seen any action. In 1989, he flew to China to witness the uprising in Tiananmen Square. In the early 1990s, he sneaked into a rebel camp in Myanmar at the invitation of Robert L. Helvey, a retired Army colonel who advised the opposition there. They met when Colonel Helvey was on a fellowship at Harvard; the military man thought the professor had ideas that could avoid war. "Here we were in this jungle, reading Gene Sharp's work by candlelight," Colonel Helvey recalled. "This guy has tremendous insight into society and the dynamics of social power."

Not everyone is so impressed. As'ad AbuKhalil, a Lebanese political scientist and founder of the Angry Arab News Service blog, was outraged by a passing mention of Mr. Sharp in The New York Times on Monday. He complained that Western journalists were looking for a "Lawrence of Arabia" to explain Egyptians' success, in a colonialist attempt to deny credit to Egyptians.

Still, just as Mr. Sharp's profile seems to be expanding, his institute is contracting.

Mr. Ackerman, who became wealthy as an investment banker after studying under Mr. Sharp, contributed millions of dollars and kept it afloat for years. But about a decade ago, Mr. Ackerman wanted to disseminate Mr. Sharp's ideas more aggressively, as well as his own. He put his money into his own center, which also produces movies and even a video game to train dissidents. An annuity he purchased still helps pay Mr. Sharp's salary.

In the twilight of his career, Mr. Sharp, who never married, is slowing down. His voice trembles and his blue eyes grow watery when he is tired; he gave up driving after a recent accident. He does his own grocery shopping; his assistant, Ms. Raquib, tries to follow him when it is icy. He does not like it.

He says his work is far from done. He has just submitted a manuscript for a new book, "Sharp's Dictionary of Power and Struggle: Terminology of Civil Resistance in Conflicts," to be published this fall by Oxford University Press. He would like readers to know he did not pick the title. "It's a little immodest," he said. He has another manuscript in the works about Einstein, whose own concerns about totalitarianism prompted Mr. Sharp to adopt the scientist's name for his institution. (Einstein wrote the foreword to Mr. Sharp's first book, about Gandhi.)

In the meantime, he is keeping a close eye on the Middle East. He was struck by the Egyptian protesters' discipline in remaining peaceful, and especially by their lack of fear. "That is straight out of Gandhi," Mr. Sharp said. "If people are not afraid of the dictatorship, that dictatorship is in big trouble."

Andrew W. Lehren contributed reporting from New York, and David D. Kirkpatrick from Cairo.


--
Via Miguel Valencia
ECOMUNIDADES


 

miércoles, 9 de febrero de 2011

Colaborador cercano a Julian Assange lo describe como paraníco, obsesionado con el poder y maniático.

Con todo y todo Assange no es el personaje que muchos se han imaginado. Sin embargo sirve en algunos aspectos en otros no, menso si le direon dinero los israelíes para que no publicara cosas inocómodas.

Reciente entrevista en Stern a Domescheit-Berg, programador alemán de WikiLeaks llamado "El Arquitecto" muestra los claro-oscuros de Assange.

martes, 8 de febrero de 2011

De10.mx >> 10 creaciones nazis que beneficiaron al mundo

De10.mx >> 10 creaciones nazis que beneficiaron al mundo:

10 creaciones nazis que beneficiaron al mundo
El gobierno de Hitler desarrolló las primeras políticas de protección animal y el movimiento anti-cigarro, sin olvidar el lanzamiento del Volkswagen

Por: Sergio Solache | 2011-02-07 | 17:51





Durante la segunda guerra mundial, Hitler y los nazis realizaron acciones viles y denigrantes en contra de la humanidad. Pese a ello, también llevaron a cabo algunas prácticas en pro de la sociedad, que actualmente son imitadas por gobiernos de todo el mundo.

El sitio Listverse.com enlistó diez iniciativas nazis que han beneficiado al mundo. En De10.mx te las presentamos con el exclusivo afán de mencionar lo poco rescatable del movimiento nazi. En ningún sentido es nuestra intención disculpar las atroces acciones del nacionalsocialismo alemán.

Leyes contra la vivisección. La vivisección consiste en realizar operaciones quirúrgicas en animales vivos con el propósito de llevar a cabo una investigación, menciona ivu.org. El gobierno de Adolf Hitler fue el primero en la historia de la humanidad en prohibir esta práctica.

Los temas de la naturaleza tenían gran importancia dentro del partido nacional socialista. Muchos de sus principales dirigentes eran vegetarianos. Las leyes actuales de bienestar animal en Alemania y otros países son variaciones de las leyes introducidas por los nazis.

Las leyes anti vivisección anunciaron las condiciones bajo las cuales las pruebas animales podrían ser llevadas a cabo y brindaron protección a primates, caballos, perros y gatos, destaca el portal ultimoreducto.com.

Protección animal. En 1933, Hitler anunció que el nuevo Reich no permitiría la crueldad animal. Ese fue el incio del proteccionismo animal en Alemania. Más tarde, el gobierno nazi prohibió la cacería, creó una legislación ambiental y leyes para transportar animales en automóviles y trenes.

Dentro de las leyes pro animales, el gobierno de Hitler prescribió la manera menos dolorosa de herrar un caballo y el modo de cocinar una langosta para evitar que se cocieran vivas, menciona el portal zweiterweltkrieg.org.

Movimiento anti-tabaco. El cigarro era considerado un veneno en la Alemania nazi. Por tal motivo, Hitler y su administración realizaron el primer estudio sobre el tabaquismo. Con él descubrieron la relación entre el cigarrillo y las enfermedades pulmonares.

Los menores de 18 años tenían prohibido fumar. Los militares tampoco podían hacerlo. Incluso, el tabaco estaba vetado en el transporte urbano, lugares de trabajo, edificios públicos, hospitales, restaurantes y viviendas.

El gobierno lanzó una fuerte campaña de publicidad contra del cigarro, que era visto como un elemento más de la limpieza racial, destaca lasegundaguerra.com.

Programas sociales. En 1937, Alemania alcanzó una gran estabilidad social, tras la primera guerra mundial. Hitler y su gobierno ampliaron los programas de salud, se mejoraron los niveles de vida en la tercera edad y la seguridad social se vio poderosamente reforzada.

Los programas sociales se dedicaron a crear mayores fuentes de empleo, con lo cual se buscaba asegurar un estándar de vida alto, menciona worldlingo.com.

Volkswagen. Es el popular "vocho". Durante la Alemania nazi se creó el Kdf-wagen, el coche de la gente, con su aspecto redondo, su motor en la parte trasera y grandes llantas.

En principio, el vehículo fue diseñado para transportar dos adultos y tres niños, así como circular a 97 kilómetros por hora con un consumo de 11 kilometros por litro de gasolina.

Su primera fábrica se construyó en la ciudad de Wolfsburgo. Se buscaba crear un auto de bajo precio, que cualquier alemán pudiera comprar, menciona el sitio avwc.org.

Autobahn. Para que las personas pudieran trasladarse de región a región en sus vehículos se necesitaban carreteras. Por tal motivo, Hitler decidió crear la primera autopista sin sistema de peaje en el mundo. Tres meses después de asumir el poder Adolf Hitler, se iniciaron las obras de construcción de la autopista Frankfort-Heidelberg.

El líder alemán emprendió la construcción de las autopistas con el mismo celo que puso en las obras arquitectónicas y proporcionó empleo a más de 100 mil alemanes, señala exordio.com.

Cohetes. El creador de los cohetes, Werner Von Braun, era miembro del partido nazi. Durante la década de los 30 construyó cohetes para el ejército alemán. Cuando Hitler llegó al poder, desarrolló los misiles V-2.

Al finalizar la guerra, Von Braun comenzó a colaborar con Estados Unidos en la NASA, donde desarrolló cohetes espaciales y diseñó el Saturno V, que llevó a los estadounidenses a la Luna en la década en 1969. Así lo detalla enelshow.com.

Innovaciones del cine. Joseph Goebbels es considerado la mente maestra detrás de la campaña propagandística de Hitler. Durante la segunda guerra mundial se produjeron grandes películas para mantener distraída a la sociedad, menciona worldlingo.

Los alemanes desarrollaron técnicas para el cine y la grabación, introdujeron el color AGFA en filmes y el uso de grúas y un carril de pista para la filmación, técnicas que hasta la fecha son utilizadas.

La moda. La vestimenta de los nazis era elegante y soberbia. Las botas, los pantalones y las casacas impusieron moda durante la guerra. Grandes hombres de la moda fueron nazis.

El más claro ejemplo es Hugo Boss, quien fue simpatizante del movimiento nacionalsocialista y proveedor de uniformes de las SA, SS, Juventudes Hitlerianas y otras organizaciones del Partido, menciona listverse. Adolf Dassler, fundador de Adidas, al igual que su hermano Robert, creador de Puma, fueron nazis.

Avances médicos. Los científicos nazis experimentaron con torturas a seres humanos en los campos de concentración. Los doctores realizaron experimentos con gemelos; congelaban personas, realizaban estudios sobre veneno y bombas incendiarias. Al terminar la guerra, estos crímenes fueron juzgados y motivaron la creación del Código de Nuremberg sobre ética médica.

Sin embargo, las investigaciones de "los médicos del infierno", como fueron denominados tras la guerra, buscaban formas de potabilizar el agua del mar, crear compuestos de inmunización y desarrollar antídotos, menciona el sitio del Museo del Holocausto de Estados Unidos.