Entre el 1 de enero de 2011 y el 13 de febrero de este año, en la ciudad de México desaparecieron mil 872 niñas entre 10 y 17 años, quienes tienen características físicas similares.
Un muestreo realizado por EL UNIVERSAL detectó que el 87 por ciento de las extraviadas tienen el cabello largo en el momento de su desaparición y que el 71 por ciento son de piel morena.
Además, dos de cada tres niñas comparten otras características: son de complexión delgada y miden menos de 160 centímetros, lo que las convierte en víctimas fáciles en el supuesto de una desaparición forzada.
Estre patrón físico entre las menores desaparecidas ha alertado a activistas por los derechos humanos, quienes temen que las niñas hayan pasado de extraviadas a víctimas de delitos.
“Es un tema de mucha preocupación que hemos detectado. Tiene grandes vertientes sobre lo que puede estar sucediendo: la trata de personas, cualquier forma de explotación sexual, adopciones ilegales, pornografía infantil, prostitución, turismo sexual.
“Cuando hay desaparecidas con la mismas características físicas o de xenotipo, probablemente hasta se trata de tráfico de órganos”, señaló Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe.
El reporte de las desaparecidas, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social del DF — y cuya copia posee este diario — arroja que las mil 872 desaparecidas equivalen a que cada 5 horas con 18 minutos, una familia pierde en las calles de la capital a una hija o una hermana, sin saber si algún día la volverán a ver.
Entre las infantes, destacan una niña de origen extranjero, nueve de provincia y 93 provenientes del Estado de México, quienes visitaron el Distrito Federal y no regresaron a dormir a casa.
El patrón sigue y los expedientes aumentan en delegaciones fronterizas con el Estado de México, sobre todo en colonias de alta vulnerabilidad, donde la droga y la violencia son frecuentes en las calles.
Sólo Iztapalapa y Gustavo A. Madero – colindantes con el Estado de México, donde se contabilizan más de 920 feminicidios en cinco años — concentran el 35 por ciento de las desapariciones, mientras que Benito Juárez, la demarcación con mayor índice de calidad de vida, apenas tiene el 2.3 por ciento de casos.
En tercer lugar se ubica la delegación Cuauhtémoc, seguida de Álvaro Obregón, Coyoacán, Tlalpan y Venustiano Carranza; al final, Cuajimalpa y Milpa Alta.
Otras cifras exhiben el problema: el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes, (CAPEA) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), tiene mil 289 reportes de niñas extraviadas del 1 de enero del año pasado al 6 de febrero de este año.
Según Zulma Campos, subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito de la PGJDF, el 73 por ciento de los casos se resuelven favorablemente; sin embargo, esta cifra aún dejaría 386 niñas sin rastro, aproximadamente una desaparecida por día en la capital.
CRÉDITO: ÓSCAR BALDERAS
Un muestreo realizado por EL UNIVERSAL detectó que el 87 por ciento de las extraviadas tienen el cabello largo en el momento de su desaparición y que el 71 por ciento son de piel morena.
Además, dos de cada tres niñas comparten otras características: son de complexión delgada y miden menos de 160 centímetros, lo que las convierte en víctimas fáciles en el supuesto de una desaparición forzada.
Estre patrón físico entre las menores desaparecidas ha alertado a activistas por los derechos humanos, quienes temen que las niñas hayan pasado de extraviadas a víctimas de delitos.
“Es un tema de mucha preocupación que hemos detectado. Tiene grandes vertientes sobre lo que puede estar sucediendo: la trata de personas, cualquier forma de explotación sexual, adopciones ilegales, pornografía infantil, prostitución, turismo sexual.
“Cuando hay desaparecidas con la mismas características físicas o de xenotipo, probablemente hasta se trata de tráfico de órganos”, señaló Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe.
El reporte de las desaparecidas, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social del DF — y cuya copia posee este diario — arroja que las mil 872 desaparecidas equivalen a que cada 5 horas con 18 minutos, una familia pierde en las calles de la capital a una hija o una hermana, sin saber si algún día la volverán a ver.
Entre las infantes, destacan una niña de origen extranjero, nueve de provincia y 93 provenientes del Estado de México, quienes visitaron el Distrito Federal y no regresaron a dormir a casa.
El patrón sigue y los expedientes aumentan en delegaciones fronterizas con el Estado de México, sobre todo en colonias de alta vulnerabilidad, donde la droga y la violencia son frecuentes en las calles.
Sólo Iztapalapa y Gustavo A. Madero – colindantes con el Estado de México, donde se contabilizan más de 920 feminicidios en cinco años — concentran el 35 por ciento de las desapariciones, mientras que Benito Juárez, la demarcación con mayor índice de calidad de vida, apenas tiene el 2.3 por ciento de casos.
En tercer lugar se ubica la delegación Cuauhtémoc, seguida de Álvaro Obregón, Coyoacán, Tlalpan y Venustiano Carranza; al final, Cuajimalpa y Milpa Alta.
Otras cifras exhiben el problema: el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes, (CAPEA) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), tiene mil 289 reportes de niñas extraviadas del 1 de enero del año pasado al 6 de febrero de este año.
Según Zulma Campos, subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito de la PGJDF, el 73 por ciento de los casos se resuelven favorablemente; sin embargo, esta cifra aún dejaría 386 niñas sin rastro, aproximadamente una desaparecida por día en la capital.
CRÉDITO: ÓSCAR BALDERAS
ALBERTO CANOSA DICE QUE ES LA IGLESIA CATOLICA EL CULPABLE Y GOBIERNO
ResponderEliminarALBERTO CANOSA DICE QUE ES LA IGLESIA CATOLICA EL CULPABLE Y GOBIERNO
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