AÑO/CERO
Enrique de Vicente
¿Es accidental e imprevisible la gravísima crisis financiera que hoy padecemos o ha sido prevista y manipulada? ¿Qué poderes invisibles se ocultan tras la llamada dictadura de los mercados y hacia dónde pretenden conducirnos?... Durante los dos últimos siglos, notables dirigentes políticos han denunciado el poder de los magos de las finanzas, que crean el dinero de la nada, sumen a individuos y naciones en una telaraña de deuda, y nos convierten en esclavos de un Sistema tan ficticio como omnipotente.
El candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande, se atrevía a denunciar el pasado 23 de enero: «Mi verdadero adversario no tiene nombre ni partido. No presentará nunca su candidatura, pero nos gobierna. Es el mundo de las finanzas». Poco antes, algunas revelaciones periodísticas y estudios académicos confirmaban lo que hasta hace poco era calificado como pura conspiranoia. Como muestra, valgan dos ejemplos: Tres investigadores han publicado –extrañamente en Suiza, oculto epicentro de las finanzas mundiales– el análisis más completo, realizado hasta la fecha, de las relaciones existentes entre las grandes transnacionales del mundo. Dicho estudio, realizado por Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, demuestra que 737 compañías controlan 80% de la red corporativa transnacional y que más del 40% de esta red global es formalmente controlada por sólo 147 grandes empresas, que en opinión de esos investigadores conformarían una «súper-entidad» capaz de ejercer una influencia muy poderosa sobre el destino del mundo. Por su parte, la cadena económica de TV Bloomberg tuvo acceso a 50.000 documentos ocultados deliberadamente, que demuestran la existencia de un gobierno secreto manipulado por Wall Street: éste entregó 13 mil millones de dólares a los bancos sin conocimiento ni aprobación expresa del Congreso norteamericano.
La existencia de ese gobierno secreto ya había sido denunciado hace medio siglo, entre otros muchos, por el general Eisenhower. Tras abandonar la presidencia éste hablaba del poderoso complejo industrial-militar que se consideraba el verdadero vencedor de la segunda guerra mundial, intentando dirigir el país desde la sombra y mantuvo muchas conversaciones sobre el tema con su sucesor Kennedy. Algunos consideran que a este último le costó la vida su enfrentamiento con esos poderes invisibles, y recuerdan que en su discurso del 27 de abril de 1961 manifestó ya públicamente su oposición al «secretismo, las sociedades secretas, los juramentos secretos y los procedimientos secretos», denunciando esa «conspiración monolítica y despiadada, que confía sobre todo en los medios secretos para extender su esfera de influencia, a través de la infiltración, de la subversión, de la intimidación… Es un sistema que ha reclutado extensos recursos humanos y materiales en la construcción de un tejido hermético, una máquina altamente eficaz, que combina operaciones militares, de inteligencia, diplomáticas, económicas, científicas y políticas… Les pido a ustedes su ayuda en la gran tarea de informar y alertar al pueblo de América, con la confianza de que con su ayuda el hombre pueda ser aquello para lo que nació: libre e independiente».
En su último discurso, Kennedy insistió en que «el poderoso despacho del Presidente ha sido utilizado para fomentar una conspiración, a fin de destruir la libertad de los estadounidenses, y antes de que abandone la presidencia debo informar a los ciudadanos sobre su destino»… (Continúa en AÑO/CERO 260).
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